Una de las dudas de toda embarazada es saber cuál es el momento idóneo para ir al hospital (si es que ha decidido parir en el hospital).
Recuerdo que en nuestro primer parto acudimos cuando las contracciones eran rítmicas y espaciadas por unos cinco minutos: “ya son cada cinco minutos, tenemos que ir ya”. Y de verdad nos lo creíamos. “Ya”, como si por el hecho de quedarnos en casa un poco más el bebé fuera a nacer en el comedor de casa.
La realidad es que acudimos a eso de las 10 de la mañana y hasta las 20:30 de la tarde Jon no nació (y encima fue cesárea), con paseíto de vuelta a casa incluido porque “cariño, todavía te falta bastante”.
El asesor de los guionistas del cine no tiene ni idea
Dice “madrereciente” en su blog “Me crecen los enanos“ que el cine ha hecho mucho daño por la desinformación que aportan los partos en las películas y tiene toda la razón.
En las películas las embarazadas rompen aguas y acto seguido empiezan a sentir unas contracciones que obligan a la mujer a abrir unos ojos como platos, a respirar como le han explicado en las clases preparto, a sujetarse la barriga, supongo que para evitar que se le caiga el niño y a gritar al nervioso y asustado marido “¡venga, que ya viene!”.
Cogen la bolsa con los bártulos directos al coche, el hombre vuelve a casa porque se ha dejado vete tú a saber qué, la mujer mientras tanto camina doblada, respirando del mismo modo y sujetándose la barriga.
Llegan al hospital y casi entran por la zona de emergencias como si de un enfermo crítico se tratara, los profesionales corroboran “que ya viene” y en cuestión de minutos aparece un bebé hermosísimo que nace sin espera ni complicaciones.
Ante este tipo de escenas uno llega a una única conclusión: el asesor de partos de los guionistas no tiene ni idea, y no sólo eso, los guionistas no deben haber tenido hijos, porque lo menos habitual es precisamente lo que quieren que veamos como normal.
Y claro, cuando sabes un poco del tema no hay problema, pero a las parejas jóvenes primerizas, les pilla como de sopetón y, a la primera contracción, les pasa casi como nos pasó a mi mujer y a mí: “vamos que éste nace aquí”.
¿Cuándo acudir al hospital?
Hay que ir al hospital inmediatamente si la mujer empieza a sangrar o si rompe aguas y éstas están teñidas (no son transparentes, sino que son oscuras). En el primer caso, el motivo del sangrado podría ser un desprendimiento de placenta, que es una afección grave y potencialmente mortal. El segundo caso se debe a que el bebé ha expulsado el meconio (sus primeras cacas) y cuando esto sucede se corre el riesgo de que el bebé aspire el meconio por las vías respiratorias, provocándole problemas respiratorios de diversa gravedad y la muerte en un 4% de los casos.
Quitando estas situaciones extraordinarias, en condiciones normales, el momento en el que se suele recomendar acudir al hospital es cuando las contracciones son dolorosas y rítmicas y se suceden en un intervalo de menos de 5 minutos entre ellas.
¿Y si rompo aguas?
Romper aguas es otro de los momentos típicos del cine en el que el bebé viene acto seguido. Lo cierto es que no es del todo así. Hay ocasiones en las que la bolsa no se rompe y la mujer da a luz a un bebé sin haber “roto aguas”, hay ocasiones en que la rotura de la bolsa amniótica sucede sin estar todavía de parto y pasan entre 24 y 48 horas hasta el nacimiento del bebé (no se recomienda esperar más por riesgo de infección) y hay ocasiones en que la bolsa se rompe, simplemente, porque estás de parto.
Dicho de otro modo, si rompes aguas y estás de parto, manda más el tema de las contracciones que el hecho de que se haya rota la bolsa, a menos que hayan pasado ya unas 24 horas o que las aguas estén teñidas, como ya he comentado antes.
Si rompes aguas y aún no estás de parto, lo más probable es que te pongas de parto en las 24-48 horas siguientes de manera espontánea, aunque quizás sería recomendable acercarse al hospital, ya que hay ocasiones en que, para evitar una posible infección, podría ser preferible inducir el parto.
Sin embargo…
Si tomamos como referencia la recomendación de contracciones fuertes cada 5 minutos o menos, la experiencia personal y las conversaciones con otras mamás, podamos sugerir que la mayoría, pese a acudir cuando tienen contracciones rítmicas separadas por cerca de 5 minutos (unas veces más, otras veces menos), suelen tardar varias horas en parir, están en un momento de la dilatación algo temprano y, en definitiva, entran en el hospital cuando el parto está todavía “un poco verde”.
No es que haya mayor problema, sin embargo, en ocasiones, por el mero hecho de estar ahí, se corre el riesgo de que el parto se intervenga en demasía, ya que llegar antes de tiempo aumenta el riesgo de inducciones y de instrumentalización excesiva del parto.
En qué momento fuisteis al hospital?
Para hacernos un poco a la idea de cuándo podría ser el mejor momento para acudir al hospital, os invito a que expliquéis en qué momento fuisteis al hospital y qué pasó entonces, si os dijeron que aún faltaba mucho, si os dijeron que os fuerais a casa, que os quedarais ahí, si os indujeron el parto porque ya llevabais mucho rato y no dilatabais lo suficiente, etc.
Fotos | Flickr – Torsten Mangner, David Salafia
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