Dilatación del parto en el agua: la ayuda de las bañeras para dar a luz
Una de las posibilidades que ha traído consigo la corriente del parto respetado (pensando en este como ofrecer a la mujer una experiencia de parto positiva, respetuosa y humanizada), y menos medicalizado, es la utilización de bañeras obstétricas para el momento de la dilatación. Los beneficios que ofrece la hidroterapia durante esa etapa del parto pueden llegar a ser tan significativos, que cada vez más mujeres optan por utilizarla y más hospitales se están preparando para ofrecerla a sus pacientes.
Como afirma el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, "La inmersión en agua durante la primera etapa del trabajo de parto puede estar asociada con un trabajo de parto más corto y un menor uso de analgesia espinal y epidural y puede ofrecerse a mujeres sanas con embarazos sin complicaciones entre las 37 0/7 semanas y las 41 6/7 semanas de gestación".
Sin embargo los médicos también afirman que ante la falta de evidencia sobre los beneficios de dar a luz dentro del agua, lo más recomendable es hacerlo fuera de ella por las complicaciones que se pueden llegar a presentar.
¿Cuáles son los beneficios de la inmersión en una bañera obstétrica?
La inmersión en agua tibia puede ser muy eficaz para la comodidad y el alivio del dolor durante el trabajo de parto. El agua proporciona apoyo y flotabilidad que permite que las mujeres en trabajo de parto se relajen y aprovechen la sensación de ingravidez que proporciona.
La inmersión en agua tibia durante el trabajo de parto puede disminuir la sensación de estrés, provocar que los músculos perineales se relajen, y reducir el dolor al aumentar la producción corporal de analgésicos (endorfinas).
¿Cuáles son los beneficios que puede brindar dilatar en el agua?
- Puede diminuir significativamente el dolor del parto.
- Puede reducir la necesidad de medicamentos e intervenciones (principalmente la epidural).
- Puede aumentar la sensación de control en el trabajo de parto.
- Puede proporcionar una sensación de ingravidez, aliviando la sensación de cansancio muscular y de estrés.
- Puede acelerar el trabajo de parto de forma natural.
- Puede ayudar a aliviar la tensión muscular y aumentar la sensación de bienestar entre las contracciones.
¿Cuándo se aconseja meterte dentro de la bañera?
Siempre debemos esperar hasta que nos encontremos en trabajo de parto, es decir, cuando tenemos contracciones regulares (aproximadamente cada cinco minutos) y duran aproximadamente un minuto, para entrar al agua tibia. En ese momento la sensación de relajación que produce el agua puede mejorar nuestros niveles de oxitocina y ayudar en el progreso del trabajo de parto.
Si lo hacemos muy pronto, la sensación de inmersión en el agua puede ser tan relajante que el trabajo de parto puede ralentizarse. Antes de introducirnos en la bañera diempre debemos consultar con nuestro médico sobre el momento adecuado para hacerlo.
¿Existe alguna restricción para la inmersión en agua durante el trabajo de parto?
Hay algunas situaciones bajo las que no se recomienda dilatar en una bañera durante el trabajo de parto porque puede incurrir en algún riesgo para la madre o para el bebé:
- Si la madre tiene una temperatura superior a 37,5 °C
- Si tiene una infección en el momento del parto
- Si el embarazo es menor de 37 semanas
- Si ha habido pérdidas de sangre significativas en el embarazo
- Si el trabajo de parto no progresa normalmente
- Si la madre tiene hipertensión.
- Si tiene diabetes (aunque esté controlada con insulina).
- Si tiene epilepsia.
- Si ya le han puesto la epidural.
Debo reconocer que me causa muchísima curiosidad este tipo de práctica y que si tuviese la oportunidad, no dudaría en probarla. Creo que es importante explorar y apoyar la investigación sobre todas las posibilidades que se pueden ofrecer a una mujer para hacer más humano el parto.
De momento a través de la sanidad pública española se puede acceder a este servicio en el Hospital de Valdepeñas (Ciudad Real), el Hospital Universitario de Torrejón (que tiene un completo programa de parto respetado), el Hospital Universitario Rey Juan Carlos, el Hospital Vital Álvarez Buylla de Mieres (Asturias), el Hospital de Poniente del Ejido, Hospital Costa del Sol de Marbella, Málaga), el Hospital Materno Infantil Carlos Haya en Málaga, el Hospital Universitario de San Cecilio de Granada, el Hospital La Inmaculada de Almería, el Hospital Infanta Margarita de Cabra (Córdoba) y el Hospital S. Juan de la Cruz, Úbeda, Jaén.).
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