Un grupo de investigadores de la University College London ha diseñado un guante con sensores inteligentes que sería de gran ayuda durante los partos difíciles, al detectar en qué posición está la cabeza del bebé.
El proyecto -codirigido por la ingeniera leonesa Carmen Salvadores y la ginecóloga Shireen Jaufuraully- supondría un gran avance en el campo de la obstetricia, aunque sus creadores consideran que las aplicaciones del guante podrían tener mucho más recorrido en la sanidad.
¿En qué consiste el guante inteligente? Se trata de un guante quirúrgico al que se le han colocado sensores finos hechos de materiales seguros, biocompatibles y no tóxicos, capaces de medir la presión y la fuerza que se está ejerciendo sobre algo. Los sensores están conectados a una aplicación móvil que permite ver los datos en tiempo real.
¿Cómo se usa el guante durante el parto? El guante se utiliza durante los exámenes vaginales que se realizan a la mujer en trabajo de parto. Para evitar valoraciones inexactas o subjetivas, el ginecólogo o comadrona se colocaría el guante inteligente y encima otro guante estéril. Los sensores del guante ayudarían a detectar la posición del feto, y en caso de partos complicados determinar la forma más segura de actuar.
¿Cómo ayuda el uso del guante durante un parto difícil? Los sensores que incorpora el guante indicarían al médico la fuerza que debe ejercer sobre la cabeza del bebé para evitar riesgos, y en base a ello determinar la forma más segura de ayudar al bebé a nacer (mediante el uso de fórceps, ventosa o cesárea).
"Este punto es una de las fortalezas de la investigación porque permite evitar que se traspasen límites, lo que incide en la seguridad de la práctica médica" - afirma Carmen Salvadores en este artículo del Heraldo de Aragón.
La investigadora también ha indicado que el guante sería especialmente útil en el caso de las cesáreas, "en las que hay que hacer mucha fuerza y puede causar daños al feto".
¿Qué otras ventajas aporta el guante durante el parto? Tras mantener contacto con mujeres que han pasado por partos difíciles, los investigadores afirman que el guante también contribuiría a reducir el número de tactos vaginales en los momentos previos al parto.
¿Cuándo estaría disponible para ser utilizado en los hospitales? Por el momento, el guante solo se ha probado en laboratorio con modelos de cabezas de recién nacido y ahora deberá ser valorado por un grupo de médicos ajenos a la investigación. En los siguientes meses se probará en partos reales.
Si el proyecto supera los distintos controles de calidad y seguridad, pasarán a fabricarse guantes en serie con un precio inferior a un euro por unidad. Según leemos en Europa Press, los responsables del estudio consideran que este precio contribuiría a que el guante pudiera ser también utilizado en países en vías de desarrollo en donde más del 40% de las muertes fetales suceden durante el parto.