Cuando en febrero del 2013 Simone Thurber decidió publicar el vídeo de su parto poco podía pensar que iba a tener la repercusión que ha alcanzado. En estos años ha sido visto por más de 74 millones de personas con una respuesta desigual: tiene muchísimos "likes", pero también muchos "dislikes" (por cada persona que dice que el vídeo no le gusta, dos dicen que sí).
La razón de que el vídeo se hiciera viral es que es un parto en medio de la naturaleza, lejos de un hospital, pero también lejos de los profesionales de la salud. Y es que aunque había gente a su alrededor, ninguno era profesional médico. Ahora, tres años después, Simone ha querido explicar en The Sun por qué parió de ese modo y por qué decidió compartir su vivencia.
El vídeo del parto
Dos meses después de que se publicara os trajimos el vídeo del parto para que lo vierais. En un momento de la historia en que lo habitual es parir en los hospitales, un parto como este supone un increíble golpe para mucha gente, un momento de incomprensión; incluso un riesgo que jamás correrían.
Sin embargo era su cuarto parto, y esto facilita las cosas tanto física como psíquicamente: la confianza de Thurber en sus posibilidades eran máximas, y en una situación así el parto se hace mucho más fácil.
Yo, por contra, habría tenido profesionales cerca, por si acaso, que la naturaleza es muy sabia pero a menudo comete errores.
Os dejo con el vídeo:
El parto que motivó un programa de televisión
Un año después os contamos que a raíz de este vídeo el canal de televisión Lifetime había decidido hacer un nuevo reality show en el que las mujeres dieran a luz lejos de los hospitales, pero no en casa o en un medio mínimamente controlado, sino en medio de la naturaleza, rodeados de la belleza y la calma de un mundo más salvaje, pero sin asistencia médica.
Vamos, que la repercusión del parto era tan sólo un año después más que evidente, en un momento en el que el vídeo llevaba 22 millones de visionados.
¿Por qué un parto así?
En la entrevista a The Sun, Simone ha explicado que su intención no era explicar nada concreto con el vídeo, sino simplemente mostrar, a quien pudiera interesarle, cómo podría llegar a ser dar a luz en la naturaleza.
Además, quería servir de inspiración para las mujeres explicándoles que si quieren pueden tener un hijo fuera de un hospital.
Nunca esperó que el vídeo tuviera tal repercusión. Sus tres hijas ya nacieron en su casa, pero siempre había querido hacerlo en la naturaleza y pensó que su cuarto parto podía ser un buen momento.
Seamos realistas, las mujeres han estado dando a luz en la naturaleza durante miles de años, pero la idea de una mujer moderna en cuclillas dando a luz en un arroyo horroriza a mucha gente, incluso antes de que yo diera a luz y compartiera el vídeo.
Simone es hija de dos misioneros que pasaron mucho tiempo en Papúa Nueva Guinea. Al parecer, su madre le explicó una vez lo sorprendida que se quedó al ver a una mujer de allí dar a luz sin ayuda, amamantar al bebé, y al separarse ponérselo a la espalda envuelto en un paño y seguir con sus cosas.
Eso se le quedó grabado y fue una de las razones por las que quería dar a luz en la naturaleza. Además, estudió para ser doula, y eso le aportaba seguridad:
No había ningún médico allí, y si algo hubiera ido mal habría sido muy difícil llegar al hospital (...) Naturalmente, no sugeriría a nadie intentar esto sin hablar antes con sus médicos, con su doula o con una partera. Es sólo que como madre de tres hijos sentía que era la decisión correcta.
Desde entonces son varias las mujeres que le escriben correos de agradecimiento por mostrar su parto, y otras que le piden consejo. Ella, por si acaso, creó un grupo de Facebook llamado Birth in Nature como plataforma para ayudar a resolver las dudas de aquellas parejas que se planteen esta posibilidad.
Cada mujer es libre de decidir cómo parir, pero...
Desde aquí, y como profesional de la salud, sólo puedo decir que respeto la decisión de Simone de dar a luz de esa manera, pero no comprendo que no contara con un mínimo respaldo.
La mayoría de mujeres son perfectamente capaces de dar a luz como ella, sin ayuda; si creen en ello, si confían, y si tienen alguien que les da apoyo para progresar en la dilatación y el expulsivo y las hace sentir capaces. Pero sobre todo, alguien que aporte seguridad por si hubiera algún contratiempo.
Ella confió y le salió bien. Siendo su cuarto parto las probabilidades eran muy altas. Pero hay un mínimo porcentaje de partos que se complican y allí las manos de una matrona, o de un ginecólogo, pueden hacer la diferencia entre un final horrible y un final feliz.
Fotos y vídeo | YouTube
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