Hace pocos días hablábamos de un invento ideado por tres enfermeras que está revolucionando el mundo de las cesáreas. Se trata de una especie de sábana con una ventana que permite a la madre coger al bebé con total seguridad nada más nacer.
A raíz de esta publicación, muchas de vosotras habéis comentado en nuestra página de Facebook algo que me dejó muy impresionada: que no habéis podido tocar a vuestros bebés al nacer por estar amarradas por los brazos. Me suena al siglo pasado, pero parece que todavía está vigente en algunos sitios la práctica de atar las manos de la madre en los partos por cesárea.
¿Cuál es la finalidad de atar a la madre?
Según comentarios de mujeres a las que han atado en sus partos, se extienden los brazos a los lados en forma de cruz, uno de ellos con una vía para el suero (y probablemente también otro medicamento), y en el otro, un aparato que mide la tensión.
Hay quienes comentan que no estuvieron amarradas, pero sí que les han puesto unas tablillas en los brazos que impiden que puedan moverlos.
Al parecer, la finalidad es impedir que la madre, en un acto reflejo, pueda llevarse las manos a la barriga y comprometer la zona estéril mientras se está practicando la cesárea.
La pregunta es, ¿de verdad es necesario atar a la madre para impedir esta posible contaminación? ¿No hay una forma más respetuosa de hacerlo? ¿Menos violento?
Una enfermera que esté pendiente de que esto no suceda, o mejor aún, el padre, permitiéndole asistir a ese momento tan especial mientras tranquiliza a la madre... Seguro que hay una forma más amable que no haga sentir impedida a la madre.
Testimonios de mujeres que han sido atadas
Os quiero dejar los comentarios recuperados de nuestro perfil de Facebook en el que varias lectoras contaron su experiencia, muchas de latinoamérica, pero también españolas.
Una que ha tenido cesárea la tienen prácticamente crucificada en la camilla llena de agujas, yo no me podía mover, solo bese a mi hijo que lo traían súper envuelto, pero abrazar no se puede. (Jecsabel Spinohza Abarca, Chile)
Pues en El Salvador no nos serviria de mucho porque aquí te amarran de las manos. Así no se puede sostener al bebé. A mi solo me la acercaron para darle un besito y nada más. (Joh Lovo de Alvarez, El Salvador)
En Lima Perú también, te atan ambas manos y solo te lo ponen para que le des un besito y se lo llevan y una pasa a sala de recuperación varias horas. (Sandra López Liñán, Lima)
A mi en Barcelona también, parecía Jesucristo pero creo que es por los temblores que dan y por los aparatos que te conectan. (Sonia Costa, Barcelona, España)
En México también, pero a mi me dijeron que porque estaba temblando mucho y era para que no me cayera y me cortaran mal. (Mariela Arce, México)
A mí sí, pero vamos, en ese momento me daba igual, estás llena de cables, la vía, tienes ganas de ver a tu bebé. (Moni Ten, Campo Real, España)
Yo estaba atada de pies y manos con anestesia local. (Yesy Schwarzenberger, Argentina)
A mi también me ataron, es como estar crucificada (Vicky Santi Valen Hanna, Uruguay)
Pues aquí en Madrid, en la Paz, también te atan (Raquel Rey, Madrid)
Piel con piel, también con cesárea
El contacto precoz de la madre con el bebé nada más nacer es fundamental para establecer un vínculo de apego y favorecer la lactancia materna. La primera hora de vida es sagrada para la madre y el bebé, es un período especialmente sensitivo en el que las hormonas juegan un papel muy importante para favorecer la impronta afectiva entre ambos.
El bebé necesita estar en contacto con la piel de su madre y mamar de su pecho (algo que hará instintivamente si lo dejamos) y a la vez, la madre necesita tocar, oler y abrazar a su hijo recién salido de su vientre, incluso con el cordón todavía latiendo. Necesitan la cercanía el uno del otro.
Debido a este mecanismo biológico que se pone en marcha tras el parto, un recién nacido no debería ser nunca separado de su madre, sin importar la forma en que haya nacido. Los bebés nacidos por cesárea también tendrían que quedarse en contacto piel con piel con la madre. Es una práctica que poco a poco se va incorporando en algunas maternidades. Lo que es increíble (e indignante) es que en otras se ate a la madre impidiéndole abrazar a su bebé.
Una cesárea también puede (y debe) ser un parto respetado
Dar a luz por cesárea no significa dar piedra libre para que no se tengan en cuenta los deseos de la mujer. En el plan de parto, ese documento que debería considerarse sagrado y parece papel del WC, debes hacer constar cómo quieres dar a luz, así se trate de un parto vaginal como si, por cualquier circunstancia, se debiera practicar una cesárea.
Hace un tiempo hablamos de un modelo de parto que consiste en dar a luz por cesárea como si fuera un parto natural. Una cesárea que permite al padre estar presente y a la madre ver todo el proceso, hasta el punto que, si lo desea, puede sacar ella misma a su bebé de su interior. ¿Cómo puede estar tan alejada esta práctica de "cesárea asistida" que se realiza en algunos hospitales de una en la que te atan los brazos para inmovilizarte y apenas puedas tocar a tu bebé? Inentendible.
¡Partos más humanizados, por favor!
¿A ti te han atado?
Yo creía que ya no se hacía, que era cosa de otra época, por eso cuando leí vuestros comentarios me pareció necesario sacarlo a la luz. Todavía hay muchas cosas que cambiar para que el nacimiento de un bebé sea un momento de felicidad en el que madre y recién nacido sean los verdaderos protagonistas del proceso. Si has tenido una cesárea, nos gustaría saber si te han atado las manos, si has podido coger a tu bebé, o cómo ha sido tu parto. Cuéntanos tu experiencia en los comentarios del post.
En Bebés y más | Piel con piel y amamantamiento tras la cesárea