El cuello uterino o cérvix uterino es una banda fibromuscular en forma de cilindro que comunica la vagina con el útero y mide aproximadamente de 3 a 4 cm de largo y 2,5 de diámetro.
Para que el parto pueda producirse por vía vaginal, debe producirse el borramiento del cuello uterino para dejar paso al bebé.
El borramiento, también llamado acortamiento del cuello del útero, es uno de los parámetros que se tiene en cuenta para reconocer si se ha iniciado el trabajo de parto.
La primera fase del parto, la fase de dilatación precoz o latente, consiste en el borramiento del cuello uterino, en la que se produce el ablandamiento y borramiento total del cilindro que constituye el cuello del útero.
Una vez finalizado el borramiento, el cuello queda como un anillo (anillo cervical) y comienza la dilatación propiamente dicha.
En la siguiente fase del parto, la fase de dilatación activa, las contracciones van abriendo poco a poco el diámetro del cérvix hasta que alcanza los 10 centímetros de dilatación necesarios para que el bebé pueda nacer.
En las primíparas, es decir, las mujeres que dan a luz por primera vez, se produce primero el borramiento del cuello y luego la dilatación. En cambio, en las mujeres multíparas, las mujeres que ya han dado a luz, el borramiento y la dilatación del cuello se producen simultáneamente.
En alguna de estas dos fases de dilatación, al borrarse y dilatarse el cuello del útero podría expulsarse el tapón mucoso que sella la entrada a modo de barrera para proteger el útero de posibles infecciones.
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