Qué podemos hacer para evitar episiotomías y desgarros en el parto: los consejos de una fisioterapeuta especializada

Una de las posibles complicaciones del parto que más miedo genera es el traumatismo perineal, nombre que recibe el desgarro o la episiotomía producida en el momento del expulsivo. Aunque los nuevos protocolos están tratando de reeducar a los profesionales para que intervengan menos y dejen que el parto fluya sin prisas, no todo está en manos de los médicos y la mujer también puede hacer cosas para evitar este tipo de situaciones.

Hemos hablado con Elena Valiente, fisioterapeuta especializada en suelo pélvico en la clínica "Duque de Sevilla - Ginecología y Fisioterapia de la mujer", sobre lo que puede hacer la embarazada para evitar episiotomías y desgarros.

Masaje perineal... pero no sólo eso

En varias ocasiones hemos hablado del masaje perineal como uno de los principales recursos que podemos poner en práctica para evitar, en la medida de lo posible, que se produzcan desgarros durante el parto.

El objetivo del masaje perineal es el estirar el perineo, ablandarlo y darle elasticidad para que en el momento del parto esté más preparado para abrirse. Además, el masaje sirve para conocer un poco las sensaciones que sucederán durante el parto y familiarizarse con ellas, ayudando así a relajar la zona en el momento cumbre del alumbramiento.

"El masaje perineal ayuda a mejorar la vascularización de la zona vaginal. El peso que se soporta durante el embarazo, reduce la oxigenación de la vulva, de ahí su clásico aspecto azulado en la última etapa de la gestación. Esto es importante mejorarlo de cara al parto, para evitar complicaciones" - aconseja la fisioterapeuta.

Elena es contundente con respecto a la eficacia del masaje perineal: "Está demostrado, que este tipo de masaje ayuda a reducir hasta en un 30 por ciento el riesgo de desgarro durante el parto, pero lógicamente el masaje no lo es todo"

Y que, según nos explica la fisioterapeuta, el masaje perineal conforma tan sólo una parte de la preparación que debe llevar a cabo la mujer durante el embarazo, y que incluye entre otros aspectos:

¿Cuándo y cómo realizar el masaje perineal?

Así pues, y partiendo de la base de que el masaje perineal es sólo una ayuda más, Elena nos explica cómo y cuándo realizarlo para que sea más efectivo:

"Mi recomendación es comenzar a realizarlos a partir de la semana 35, y no antes, porque me he encontrado alguna vez con mujeres que ha empezado a hacérselos mucho antes y cuando han llegado a la semana 36 se han cansado y lo han dejado. Y precisamente esta última etapa es la importante"

"Con diez minutos al día es suficiente si se hace bien. Por eso, mi consejo es que no sea una misma quien se lo haga, sino que pida ayuda a la pareja. Porque una misma sólo va a poder masajearse con el pulgar, de manera que sólo trabajará la zona de entrada a la vagina. Mientras que la pareja puede alcanzar planos del suelo pélvico mucho más profundos"

En su clínica, Elena explica a las parejas que deseen comenzar con los masajes cómo deben realizarlos, y aunque aprovechamos esta ocasión para recordar un post de Armando en donde nos explicaba la técnica del masaje perineal, es conveniente consultar siempre con un especialista en suelo pélvico para que nos guíe en su correcta ejecución.

¿Es eficaz el aceite de rosa de mosqueta?

Mucho se habla sobre el aceite de rosa de mosqueta como aliado para favorecer la elasticidad de la piel. Sin embargo, para los masajes perineales Elena no lo recomienda, y en su lugar apuesta por lubricantes similares al moco vaginal, como el gel Mucus de Cumlaude.

"El masaje perineal resulta molesto, y el aceite de rosa de mosqueta se absorbe rápidamente, por lo que se tiende a hacer más fricción a la hora de masajear, y esto provoca mayor contracción de los músculos del perineo y, por tanto, mayores molestias"

"Es mejor optar por geles lubricantes y una vez que hayamos terminado el masaje perineal, recurrir, si se quiere a un masaje suave con aceite de rosa de mosqueta o algún otro que pueda usarse para este fin"

¿Es eficaz el uso de Epi-No?

Hace unos años salió al mercado un aparato llamado Epi-No que se presenta como un ejercitador del suelo pélvico para preparar el periné de cara al parto. Lo que hace este aparato es familiarizar a la mujer con la sensación y presión que sentirá en el periné en el momento del expulsivo, ayudándole a controlar los pujos.

Sin embargo, desde la Asociación El Parto es Nuestro no lo recomiendan, como tampoco lo hace Elena.

"Yo trabajo siempre en base a la evidencia científica, y me voy adaptando a los nuevos estudios. Por el momento, no hay evidencias de que el Epi-No reduzca el riesgo de episiotomías y desgarros en el parto"

"Por otro lado, vería lógico el uso del Epi-No si la mujer tiene claro que no querrá epidural en el parto, pero si no es el caso, este aparato no sirve de nada ya que la sensación de presión en el periné que se siente al usar el Epi-No, y que por tanto te sirve para saber dirigir los pujos, desaparece en el momento en que se administra la epidural"

Llegado el momento del parto, ¿qué se puede hacer para evitar desgarros y episiotomías?

La fisioterapeuta insiste en que el hecho de llevar a cabo una correcta preparación durante el embarazo, combinada con masajes perineales, ayuda a reducir el riesgo de episiotomías y desgarros en el parto, pero desgraciadamente no lo evitan.

Y es que hay otros muchos factores que pueden interferir a la hora de que el parto acabe con desgarros o necesidad de episiotomía:

"Si la mujer gana una gran cantidad de kilos, la recta final la afrontará de forma pesada y poco activa, y como consecuencia de ello llegará cansada y en baja forma al parto. Además, si decide ponerse epidural, se necesitará una mayor cantidad de anestesia (puesto que ésta va en función del peso), y a mayor dosis de anestesia más probabilidad de no controlar el pujo, de que el parto se alargue y se requiera ayuda instrumental"

Además, Elena destaca la importancia que tiene el hecho de que si todo marcha bien, los profesionales dejen que el parto fluya sin prisas, y que la mujer pueda dilatar tranquila y con libertad de movimiento, haciendo uso si lo desea de pelotas y bañeras de dilatación.

En resumen, si estás embarazada y te preocupa el momento del parto, recuerda que puedes hacer varias cosas para evitar que éste acabe con un traumatismo perineal. ¡Pregunta todas tus dudas a tu matrona o a una fisioterapeuta especializada en ginecología y suelo pélvico!

Agradecimientos Elena Valiente

Fotos iStock

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