Siete "técnicas" para relajarse durante el parto

Se trata tal vez del momento que más asusta a muchas mujeres, el momento de dar a luz, tan trascendental, tan emotivo, tan físico. Muchos miedos se acumulan en torno al parto y a menudo nos preguntamos: ¿seré capaz?, ¿dolerá mucho?, ¿qué puedo hacer para relajarme?

Precisamente este último punto vamos a tratar hoy, ya que sí serás capaz de tener a tu bebé (como lo han sido las mujeres a lo largo de la historia) y, aunque duela, podremos practicar distintas actividades para mantener nuestro cuerpo y nuestra mente lo más relajados posible, de modo que podamos afrontar el nacimiento del bebé de una manera más positiva. Estas son siete técnicas para relajarse durante el parto.

Acompañada en el parto.

Hay estudios que han constatado que estar acompañada en todo momento por una persona de tu elección aumenta el bienestar, mejora los resultados de salud y disminuye considerablemente la tasa de todas las intervenciones, como las cesáreas, el uso de la epidural... Estar acompañada durante el parto puede proporcionar bienestar a la futura mamá y aunque suele ser la pareja quien la acompañe, también puede tratarse de una amiga, la madre... Se trata de que la embarazada escoja quién quiere que esté con ella y le ofrezca apoyo continuo en esos momentos.

Libertad de movimientos durante el parto.

Poder moverte libremente durante el proceso del parto (deambular por la sala, balanceo de la pelvis, uso de la pelota de fitness que cada vez incorporan más hospitales...) ayudará a la futura mamá a afrontar la sensación dolorosa. Tal vez lo peor para relajarse en estos momentos sea estar quieta mirando la misma pared (y mucho más si estás inmovilizada). Durante las contracciones en la primera fase del parto, si no estás monitorizada, aprovecha para caminar y estarás más relajada.

El paseo, caminar, es una actividad que libera endorfinas y nos calma, al tiempo que con el balanceo pélvico favorecemos la apertura del cuello uterino y el paso del bebé por el canal del parto: caminar acorta la primera fase del parto, de modo que hazlo mientras puedas ante de entrar al hospital y ya en él, aunque sea por el pasillo o en tu sala.

Técnicas de relajación muscular.

Existen muchas técnicas de relajación mental que pasan por ser conscientes de cada parte del cuerpo, desde los pies a la cabeza, contrayendo cada músculo del cuerpo al tiempo que intentamos dejar la mente en blanco o trasladándonos a un lugar que nos transmita paz. Si has practicado esta relajación durante el embarazo te será más fácil llevarla a cabo en estos momentos.

La respiración es importante.

En las clases de preparación al parto nos enseñan la importancia de las respiraciones a la hora de controlar o mitigar el dolor de las contracciones en la fase de dilatación activa. Esto, que tiene una explicación fisiológica, también ayuda a que nuestra mente esté ocupada en la fase final del parto, a tomar consciencia de nuestra respiración, de nosotras, a centrarnos en mantener un ritmo, en escuchar nuestro cuerpo y nos ayuda a relajarnos. Practicar técnicas de respiración y relajación permite una disminución de la tensión muscular y proporciona tranquilidad.

Escuchar música: un parto a buen ritmo.

La música nos acompaña a lo largo de la vida en muchos momentos y adquiere un significado muy especial, activándonos o relajándonos. Elige para el momento del parto la música que más te relaje, que haga volar tu mente y te transporte a un lugar más tranquilo, sin preocupaciones.

Escuchar música puede ayudar a disminuir la percepción del dolor. En casa, no tendrás problema para poner esta música de fondo y en el hospital procura que tu acompañante lleve esas canciones preparadas para que puedas escucharlas, si lo deseas, antes de dar a luz. Por cierto, cantar también te puede ayudar a relajarte y sobrellevar el dolor del parto.

Agua caliente.

Ponerse una bolsa de agua caliente en la espalda, sumergirse en una bañera de dilatación (algunos hospitales ya la incorporan) o darse una ducha con agua caliente produce la relajación de músculos y articulaciones, con lo que se consigue cierta analgesia y ayuda a mitigar el dolor que producen las contracciones de parto. Esta relajación disminuye la producción de adrenalina y se favorece el reblandecimiento del cuello uterino.

Un masaje durante el parto.

A quién no le agrada un masaje en cualquier momento para relajarse, para descansar para dormirse. Durante el parto, un masaje en los pies, en la cabeza, en los hombros, masajear la zona del sacro o cualquier otra zona en tensión puede producir relajación y disminución del dolor y la ansiedad. Sobre todo entre las contracciones el masaje puede venir muy bien para que la madre se sienta más tranquila y relajada. Eso sí, ¿pregunta antes de actuar! Y siempre con suavidad...

Por supuesto, a cada mujer le funcionará una o varias de estas siete técnicas para relajarse durante el parto. Cuenta la leyenda que algunas embarazadas hasta se quedaron dormidas antes de tener a su bebé. ¿A vosotras hubo algo que os hiciera estar más relajadas cuando disteis a luz? Y a las futuras mamás, ¿qué les gustaría probar para calmarse en este importante momento?

Fotos | iStock
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