Es muy común que las personas que rodean a la embarazada estén esperando ansiosas el nacimiento del bebé para ir a conocerlo, por lo que en otras ocasiones hemos compartido algunos consejos acerca de cómo las visitas del postparto pueden ser de gran ayuda.
Sin embargo, tener personas en casa no es algo que deseen todas las familias. Te contamos por qué debemos respetar a las madres que no quieren recibir visitas las primeras semanas tras el parto y darles el espacio que necesitan.
Los dos tipos de madre tras el parto
Recibir la noticia de que el bebé ha nacido es una que nos llena de alegría, emoción y entusiasmo. Por fin, podemos conocer al nuevo integrante de la familia y ver crecer una nueva persona que recibirá mucho amor y atenciones por parte de nuestra familia y amigos.
Así como compartimos la noticia del embarazo y del sexo del bebé en su momento, queremos compartir la buena noticia del nacimiento del bebé, pero esto no necesariamente significa que se esté lista para comenzar a recibir un desfile de visitas en casa.
En Bebés y más hemos hablado en diversas ocasiones acerca del postparto, y de todos los cambios físicos y emocionales que suceden durante esta etapa. Tras el parto, es de esperar que la madre se encuentre cansada y desee pasar tiempo a solas con su bebé.
Claro, habrá mujeres que prefieren estar acompañadas y no les molesta recibir visitas en casa. Incluso, te invitarán a que les visites y estarán felices de tenerte cerca para contarte todo acerca del bebé y recibir los consejos que desees compartir.
Pero también, habemos otro tipo de personas que valoramos nuestro espacio y tras una transformación tan grande como la maternidad, deseamos tener el tiempo y la tranquilidad necesaria para poder adaptarnos a esta nueva vida. Quizás para algunas personas suene egoísta, pero es una cuestión de respeto.
Porque además de que es bueno tener descanso en esas primeras semanas, sucede algo que como sociedad debemos cambiar: el olvidar a las madres tras el parto. No es raro que cuando se vaya a visitar al bebé, ese sea el único objetivo de la visita y las madres pasen a segundo plano.
Restringir las visitas es bueno para mamá y bebé
Además de que simplemente algunas madres desean tener privacidad tras el nacimiento de su bebé y limitan la cantidad de personas en casa, hay muchos motivos por los cuales es recomendable restringir las visitas tras el parto. Por ejemplo, la necesidad de intimidad es básica para establecer un vínculo entre madre y bebé en un ambiente tranquilo.
De hecho, tener privacidad y no recibir visitas durante los primeros días es algo que recomiendan los pediatras para beneficiar la lactancia materna. Tanto mamá como bebé necesitan tener su espacio para iniciar esta nueva etapa en sus vidas de la manera más amable y respetuosa posible, sin distracciones, ni estímulos externos que les alteren o molesten.
Y claro, también es importante dejarles ese espacio de intimidad para que la madre pueda descansar y recuperarse, sin pensar en que vendrá a casa tal o cual persona o preocuparse por atender a las visitas, cuando lo único que tiene que hacer durante esas primeras etapas es disfrutar a su bebé.
No temas ser clara en tus peticiones
Hace tiempo te compartí una reflexión de algunas cosas que haría diferentes en mi postparto si pudiera volver en el tiempo, y dos de ellas encajan a la perfección en el tema de hoy: descansar más y no dar la noticia de inmediato.
Así como nuestra familia y amigos deben entender que simplemente deseamos tener espacio tras el parto, nosotras también debemos entender que no estamos obligadas a recibir visitas. Anteriormente había compartido que cuando mi sobrina nació, mi hermana compartió la noticia de que había nacido, pero esperó algunos días para decir que ya estaba en casa porque deseaba descansar y estar a solas, lo cual me pareció una idea brillante.
Ahora, si no quieres mentir o deseas evitar que lleguen visitas por sorpresa, puedes ser muy directa y dejarlo claro cuando des la noticia de que tu bebé ha nacido, con un mensaje sencillo y amable en el que expliques que están felices por compartir que ya ha nacido y que avisarán cuando ya puedan recibir visitas tras haberse adaptado en casa.
En resumen, si una madre no quiere recibir visitas las primeras semanas tras el parto hay que respetarla, pues tiene derecho a pasar las primeras semanas con su bebé de una forma tranquila y sin otras presiones o preocupaciones.
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