Es durante el embarazo cuando el cuerpo sufre más cambios debido a la revolución hormonal que conlleva, pero en el postparto puede que no se acaben las "sorpresas", ya que en ocasiones suceden otras alteraciones. En las semanas posteriores al parto los tejidos están todavía blandos y las venas pueden ceder, por eso es posible que las varices hagan su aparición. ¿Cómo prevenir las varices en el postparto? ¿Cómo reducirlas si ya habían aparecido?
Las varices son dilataciones venosas que se caracterizan por la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón. Las más habituales aparecen en los miembros inferiores y son mucho más frecuentes en las mujeres durante el embarazo. Pero, aunque nos libráramos de ellas en esa etapa, después de tener el bebé no estamos inmunizadas contra las incómodas y antiestéticas varices.
Si tuviste varices en el embarazo, estas suelen desaparecer unas semanas después del parto. No obstante, las siguientes recomendaciones también están indicadas para estos casos, ya que ayudarán a que éstas se reduzcan, se hagan menos visibles o desaparezcan (dependiendo de muchos factores como su gravedad, los antecedentes varicosos de la mujer...).
Consejos para prevenir las varices en el postparto
En cuanto te recuperes del parto, camina para reactivar la circulación de las piernas. Este ejercicio ayuda a prevenir varices, hemorroides, edema, a eliminar líquidos y grasas...
En lugar de estar sentada mucho tiempo con los pies en el suelo, mantén los pies en alto (también si estás acostada puedes usar un cojín para elevar las piernas).
Tras el puerperio, puedes hacer natación, un ejercicio ideal para activar la circulación sanguínea, mantenerse activa y recuperar el peso anterior.
Evita pasar mucho tiempo de pie.
Mantente bien hidratada, bebe mucha agua, toma frutas y verduras con frecuencia...
Realiza el siguiente ejercicio, tumbada en el suelo o en una superficie firme: levantar alternativamente una pierna extendida y realizar círculos con cada pie en esta posición.
Tumbada en el suelo o en una superficie firme, boca arriba, pedalea con las piernas en alto, incrementando el tiempo de pedaleo, desde los dos minutos hasta los cinco.
Recuerda que este último ejercicio solo se puede realizar cuando los músculos abdominales hayan adquirido más fuerza tras el parto. Respecto al resto, es posible realizarlos cómodamente, algunos en casa y también junto al bebé o durante la lactancia, por lo que no hay excusa.
Como vemos, el sedentarismo hace que aumenten la posibilidades de tener varices en las piernas en cualquier etapa vital, ya que hay más tendencia al estancamiento de la sangre y más posibilidades de que las venas se sobrecarguen.
Las arañas vasculares o "telangiectasias" son dilataciones de vasos capilares más superficiales, que se localizan inmediatamente debajo de la piel y no sobresalen. Existen tratamientos con láser para este tipo de varices, que pueden surgir en otras etapas de la vida. Consulta al especialista si te preocupan, pero sobre todo si son varices grandes, ya que su importancia clínica es indudable y pueden ocasionar problemas.
Por otro lado, están las temidas hemorroides, muy frecuentes en el embarazo y tras el parto y que, al fin y al cabo, son un tipo de varices aunque probablemente más dolorosas e incómodas. Los consejos anterior también te ayudarán a reducir sus molestias.
El hecho de que realices ejercicio físico tras el parto no solo te ayudará a prevenir las varices, además de otros problemas de salud, y te ayudará a recuperar tu peso anterior. También te proporcionará un importante bienestar emocional.
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