Pero el dolor es soportable, dura apenas unos segundos al comienzo de la tetada y se puede curar en pocos días si seguimos algunos cuidados.
¿Sabes cómo prevenir y curar las grietas del pezón?
Las grietas en el pezón se producen por la continua humedad en la zona y porque la succión del bebé reblandece la piel del pezón facilitando que se formen pequeñas fisuras, a veces imperceptibles pero dolorosas.
Para evitarlas, procurar que el bebé cubre la areola con toda su boca y no solamente el pezón y adoptar una posición correcta para amamantar.
También hay cremas con lanolina muy efectivas para prevenirlas, aunque la mayoría tiene productos nocivos para el bebé por lo que debes limpiar bien la zona antes de darle el pecho. Hace un tiempo publicamos una fórmula natural para fabricar una crema de caléndula casera ideal para estos casos.
Un buen truco para evitar que las grietas se infecten es aplicar sobre el pezón un poco de la propia leche y dejarlos al aire para que la grieta se cure más rápidamente.
Para que no duelan tanto podemos probar cambiar la postura de amamantar por unos días o usar pezoneras de plástico para que le bebé no tenga contacto con el pezón hasta que el dolor desaparezca.
Pero salvo que lleguen a sangrar, el dolor es soportable y el beneficio de la lactancia es superior a cualquier molestia. Incluso si sangran puedes suspender la lactancia de ese pecho por un tiempo y luego retomar.
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