La infección puerperal es una de las complicaciones postparto, una inflamación séptica, localizada o generalizada, que se produce en los primeros 15 días tras el parto como consecuencia de las modificaciones y heridas que el embarazo y parto causan sobre el aparato genital.
Esta infección era frecuentemente conocida como "fiebre puerperal", poniendo el énfasis en uno de sus síntomas, aunque este nombre ya no se considera adecuado para describirla y se opta por "infección postparto o puerperal" que engloba otros síntomas importantes que enumeraremos a continuación.
La causa de la infección puerperal es una infección por bacterias normalmente encontradas en una vagina saludable. Estas bacterias pueden infectar el útero, la vagina, los tejidos contiguos y los riñones.
La infección suele ocurrir en el útero y causa inflamación. La causa más frecuente de infección postparto es la endometritis o inflamación del revestimiento interior del útero. También puede haber flebotrombosis, esto es, inflamación de las venas del útero.
También puede afectar la vagina, la vulva, el perineo (área entre la vagina y el recto, en las episiotomías), el cuello del útero o el peritoneo (membrana que cubre los órganos abdominales, peritonitis).
Síntomas de la infección puerperal
- Fiebre y escalofríos durante dos o más días después del primer día después del parto.
- Dolor de cabeza y dolores musculares.
- Pérdida del apetito.
- Flujo vaginal maloliente: los loquios normalmente tienen un olor similar al flujo menstrual, un olor diferente puede ser signo de infección.
- Dolor de barriga.
- Malestar general.
Fuentes de la infección postparto
Como hemos señalado, la endometritis es la fuente más común de infección posparto. Otras fuentes de infecciones postparto incluyen: infecciones de la herida postquirúrgica (cesárea o episiotomía), celulitis perineal, mastitis, complicaciones respiratorias de la anestesia, los productos retenidos de la concepción, infecciones del tracto urinario (ITU) y flebitis pélvica séptica.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo que predisponen a la infección puerperal son muy variados:
- Factores generales: todas aquellas afecciones que disminuyen las defensas orgánicas de las mujeres. Durante el embarazo, tenemos la anemia, diabetes gestacional, y otras enfermedades coincidentes con la gestación. También factores socioeconómicos, medios sépticos, falta de cuidados prenatales, y relaciones sexuales durante el embarazo.
- Son más importantes los factores en relación con la patología del parto. La corioamnionitis (infección de las membranas placentarias y del líquido amniótico) propicia la infección materna ulterior. Los tactos vaginales repetidos, la rotura prematura de membranas, maniobras exploratorias, hemorragias durante el parto, parto prolongado, desgarros del canal del parto, hemorragias del alumbramiento y retención de restos placentarios también suponen riesgos.
- Factores en relación con operaciones obstétricas: la cesárea es hoy día el principal factor clínico predisponente debido a su mayor frecuencia. Los riesgos aumentan si la intervención se realiza de urgencia, además están los riesgos de la anestesia general. Otras intervenciones como el fórceps (asociado a desgarros del canal genital), incrementan el riesgo de infección.
La infección es una de las complicaciones postparto que se suele curar con el tratamiento médico adecuado tras siete o diez días.
Sin embargo, puede haber algunas complicaciones, como coágulos sanguíneos en las venas profundas de la pelvis o el absceso pélvico, shock, cicatrices, infertilidad y envenenamiento de la sangre (aunque ocurre rara vez, puede ser mortal).
Estos son, en resumen, los puntos más importante que debemos conocer de la infección puerperal, una complicación poco frecuente pero que debe ser detectada y tratada de inmediato.
Foto | freepik e iStockphoto
En Bebés y más | Infecciones vaginales en el embarazo y postparto: causas, prevención y tratamiento, Hemorragia postparto: por qué se produce esta complicación después de dar a luz