Hay unas posibles heridas psicológicas que tienen que ver con el puerperio, en este momento es cuando vives más intensamente los momentos con tu hijo y a tu cabeza vienen recuerdos como tu infancia o tu mamá cuando te ayudaba a crecer. En el interior se mezclan muchas emociones, nostalgia, alegría, pena, etc. La verdad es que puedes sentirte desbordada y no comprender muy bien que es lo que te pasa.
Si a esto unes las necesidades de tu hijo, es un gran cúmulo de sentimientos que se agolpan en torno a ti, por estas razones los cursos posparto son muy gratificantes. Aunque no todas las mamás reaccionan igual, algunas son más fuertes pero otras, no tanto. Estos cursos ayudan mucho a nivel psicológico, el hecho de compartir la experiencia con otras mamás que viven lo mismo en el mismo momento, hace que te sientas con más confianza, más relajada, ya que además no eres la única madre que pasa por este cúmulo de sentimientos, sobre todo cuando se es primeriza.
El hecho de acudir a una de estas reuniones semanales en la que sales de la rutina, anima y se agradece muchísimo. En la mayoría de los casos, se reencuentran las mamás que realizaron juntas la preparación al parto, lo que alegra mucho verlas ya con sus bebés, igual que tú.
Las actividades que se imparten en un centro posparto ayudan a recuperarte emocionalmente, físicamente y muchas de las preguntas que puedan rondar en tu cabeza con respecto a la lactancia, cuidados del bebé, etc, las puedes consultar en las sesiones de los cursos posparto. También realizarás masajes a tu bebé y harás ejercicios que te harán recuperar flexibilidad, mejorarán tu circulación y te llenarán de energía.
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