Kathy DiVicenzo es madre de dos niños y ha sido diagnosticada de depresión postparto, ansiedad y trastorno obsesivo compulsivo. Lejos de esconderse, ha sido valiente para hacer visible una condición que afecta a muchas mujeres.
Kathy se dio cuenta que las fotos de "vida ideal" de su Facebook, en la que todo eran sonrisas a pesar de estar pasando por un momento oscuro, no representaban su vida real. Por eso fue animada por su amiga fotógrafa Danielle Fantis a hacer estas sinceras fotos de una madre que muestran la realidad de su lucha contra la depresión postparto.
Sólo le bastó publicar dos fotos para que una oleada de comentarios la apoyaran. En una de ella la vemos bien vestida, sonriente en una habitación ordenada jugando con sus dos hijos. En la otra, se muestra el otro lado de la maternidad. La vemos en la misma habitación llena de juguetes, desarreglada, sin camisa y con su rostro visiblemente cansado. Según sus propias palabras se ve "el estrés, el desorden, los días en los que cuentas los minutos para la hora de acostarse".
Admite que solo se sentiría cómoda mostrando una de las dos fotos (en la que parece que todo está bien), pero que la realidad, y lo que ella siente sobre su vida, es muy distinta.
"La verdad es que ambas fotos representan mi vida en función del día. Sin embargo, yo solo compartiría una de estas realidades cómodamente y ese es el problema. Lo único más agotador que tener estas condiciones es fingir diariamente que no lo hago. Trabajo el doble de duro para intentar ocultar esta realidad porque tengo miedo de hacerte sentir incómoda. Me temo que pensarás que soy débil, loca, una madre terrible, o un millón de cosas de las que mi mente logra convencerme y sé que no estoy sola en esos pensamientos.
Tenemos que empezar a preguntarles a las madres de recién nacidos cómo están con más interés del habitual, porque el típico "¿cómo va todo?" genera la respuesta automática de "¡todo genial!".
Un fantasma invisible
Se supone que una mujer como Kathy que acaba de ser madre, que tiene dos hijos pequeños, sanos y sonrientes debe estar feliz y agradecida de la vida, cuando en realidad se siente sola, cansada, frustrada y deprimida. No se es mala madre por no sentir lo que se debería sentir, y esto hace que la depresión postparto se convierta en un fantasma invisible, que se minimiza y en el que nadie repara.
Si la madre no se siente con fuerzas para salir del círculo de soledad que impone la maternidad reciente, la depresión se va haciendo cada vez más pesada y siente que va desapareciendo poco a poco como persona.
Si estás pasando por esta etapa, no estás sola. Intenta conectar con otras madres, busca tu tribu de crianza (es más fácil ser mamá si se tiene una tribu). Busca un red de apoyo. Habla con tu pareja, tus amigos de confianza y familiares más cercanos contándoles tus sentimientos y preocupaciones. Y si es necesario, una ayuda profesional. Ellos sabrán escucharte, entenderte y podrán darte una mano en lo que necesites para que te sientas mejor y puedas disfrutar de tu maternidad.
Vía | Kathy Di Vincenzo (Facebook)
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