En la investigación analizaron los datos de unas 3.000 madres primerizas, y el 19% mostró síntomas de diferente nivel de depresión posparto. Casi todas las mamás que la padecían, afirmaron que sus bebés eran difíciles de consolar.
La doctora Pamela High afirma que muchas veces las madres primerizas se muestran cansadas, ansiosas y deprimidas, quieren hacer todo lo posible por comprender y satisfacer las necesidades de su bebé, pero en ocasiones no es sencillo y se sienten incompetentes.
"No podemos afirmar que la dificultad para consolar a un bebé causa depresión, o que la depresión es la causante del desconsuelo", afirma la doctora High, pero recomienda que cuando un bebe es tratado por el médico porque sufre cólicos, se examine también a la madre para comprobar cómo se siente, en caso de que no reciba el apoyo familiar necesario y muestre síntomas de depresión, deberá ser remitida a un especialista.
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