Cuando nace el bebé, la atención médica se centra en la recuperación física de la madre, pero poco se habla de la atención piscológica, que es igual de necesaria.
Los primeros días y semanas pueden ser muy desconcertantes. Tener un hijo implica muchos cambios físicos en la mujer, pero también en el estilo de vida. Pasar a dar el pecho 24/7, cuidar a un ser humano que depende de ti 100%, los cólicos, las noches sin dormir, la organización del hogar... En fin, un sinfín de cuestiones que se agolpan en una carga de sentimientos a veces muy pesada de llevar.
Una foto de la atención en el embarazo, parto y postparto
Un estudio elaborado por la plataforma española Maternify, creada por la matrona Carla Quintana (@Matronaparami en Instagram), pone sobre la mesa las necesidades reales de las mujeres y la evaluación que hacen del actual modelo de sistema sanitario en España.
Se realizó con 1.430 mujeres que destacan como una de las principales conclusiones la preocupación por la atención psicológica que hoy en día se ofrece a las mujeres.
“Actualmente, un 25% de las mujeres embarazadas presentan síntomas de depresión, y la mitad de ellas continuarán con esta sintomatología durante el posparto”, afirma María Vega, Psicóloga Perinatal e Infanto Juvenil del equipo de Maternify.
En concreto, el 40% explica que las dificultades en cuanto a la lactancia son uno de los principales retos a los que deben enfrentarse en estos primeros días, y el asesoramiento y acompañamiento de una profesional “es indispensable”. Miedo, frustración y culpabilidad son algunos de los sentimientos más habituales y que comparten muchas de estas madres.
El postparto sin ayuda psicológica
La psicóloga María Vega destaca que el acompañamiento psicológico todavía no está muy presente en la sociedad:
“En la sanidad pública especialmente, y en la privada, los servicios de psicología están muy saturados y casos como el de una madre con depresión postparto en ocasiones no reciben la atención necesaria. No podemos olvidar que la psicología perinatal todavía no es una especialidad y hay mucha falta de formación en los profesionales. Este retraso en la atención supone, en la mayoría de casos, que las pacientes acudan a nosotros con una sintomatología ya avanzada”.
Muchas han sufrido violencia obstétrica
A esta falta de atención psicológica se añade también lo que muchos ya denominan como “violencia obstétrica”. Según las conclusiones del estudio, el 63% de las mujeres encuestadas han sufrido episodios de violencia obstétrica en alguna ocasión. En concreto, entre los más habituales destacan:
Tactos vaginales realizados por más de una persona, parir en una posición incómoda habiendo otras alternativas, uso de técnicas de aceleración del parto sin causa justificada, trato paternalista o infantil en general ante el planteamiento de dudas, impedir el piel con piel o impedir lactar nada más nacer sin causa justificada. Asimismo, más de la mitad de las mujeres reconoce tener constancia de algún caso de este tipo entre sus conocidos.
Si bien la violencia obstétrica como tal es un concepto que por su carácter etimológico algunos profesionales rechazan, la mayoría coinciden en que la mujer, durante cualquiera de las etapas de la maternidad - embarazo, parto y puerperio - ha recibido y recibe ciertas formas de trato que se alejan de lo que ellos consideran una “maternidad respetada”.
Atención personalizada en los hospitales: la gran asignatura pendiente
De la 1.430 mujeres, 1.000 mujeres fueron atendidas en un centro hospitalario público, mientras que las 430 restantes lo hicieron en un hospital privado. A la hora de puntuar el centro y el equipo médico, todas coinciden en la necesidad de mejorar el nivel de atención ofrecido.
Según las mujeres encuestadas, el 53% considera “mejorable” o “malo” el acompañamiento y relación con los profesionales durante el embarazo, parto y postparto. En términos generales, las mujeres aprueban con un 6 tanto el equipo médico como el hospital en el que fueron atendidas pero una de cada dos confiesa que cambiaría de profesionales y de centro en el caso de un siguiente embarazo.
Las mujeres señala que las principales fuentes de información en el embarazo son el curso de preparación al parto y las redes sociales. En general, piden más acompañamiento en la lactancia y ayuda en términos de preparación física como pilates, yoga u otros deportes que ayuden a preparar a las mujeres para el parto.
Para el Dr. Manuel Díez, ginecólogo del Hospital San Francisco de Asís y colaborador de Maternify, existe una clara falta de personalización en la atención a la mujer durante todo el embarazo, pero en especial, durante el parto:
“Por falta de tiempo y recursos, los profesionales en ocasiones tenemos cinco minutos para atender a las pacientes en consulta, empobreciendo la atención que se les puede dar a las mujeres. Es una lucha constante contra el sistema el poder lograr el tiempo necesario que requiere cada mujer. Además, es cada vez más común que la mujer no conozca quien le va a atender el parto hasta el último minuto”.