Una actividad física moderada en el postparto y la lactancia puede aportar muchos beneficios a la madre, de modo que es normal y saludable retomar el ejercicio después de tener al bebé, siempre que no exista ninguna complicación en el postparto. Habrá algunos ejercicios poco adecuados para esta etapa, pero lo más probable es que tampoco te apetezca demasiado llevarlos a cabo. De ellos también te hablamos a continuación.
Y es que, aunque no nos lo parezca recién nacido el bebé, es posible quemar grasas e ir bajando peso paulatinamente (aunque es probable que para volver a nuestra talla anterior tengan que pasar incluso años), sin afectar negativamente a nuestra salud ni a la lactancia, siguiendo ciertas recomendaciones y evitando algún tipo de ejercicio no adecuado al principio.
Ejercicios no recomendados en el postparto y lactancia
Las actividades que requieran demasiada agitación, un incremento del ritmo cardiaco muy elevado (este valor varía según la edad: a los 20 años hasta 150 latidos por minuto; a los 30 años hasta 142 latidos por minuto; a los 40 años hasta 135). Esta recomendación de controlar el ritmo cardiaco sirve a cualquier persona, y en la madre reciente permitirá que se consuman calorías evitando la acumulación de ácido láctico. Recuerda que las actividades relevantes pueden favorecer la lactación.
Los deportes que exijan un gran consumo energético (tenis, jogging, esquí de fondo, carreras largas...), ya que si sumamos las calorías que se gastan en la lactancia (unas 400/500 al día) esto supondría una fatiga más. Lo mejor para esta etapa son las actividades aeróbicas y suaves (natación, paseos rápidos, bicicleta...). Además, recordemos que realizar un ejercicio intenso inmediatamente después del parto puede traer problemas de incontinencia y musculares.
Al principio de la lactancia es habitual que los pechos estén más hinchados de lo normal por las subidas de leche y estén más sensibles y dolorosos. Afortunadamente, esta incomodidad desaparece cuando la lactancia se establece, pero, mientras tanto, mejor evitar ejercicios que impliquen saltos o movimientos bruscos. En cualquier caso, siempre hay que llevar un sujetador apropiado en talla y sujeción, deportivo, de tejido elástico y transitable, que resulte firme y cómodo a la hora de hacer ejercicio.
Aunque no tiene relación con la lactancia, conviene recordar que si hemos padecido una episiotomía hay que evitar los ejercicios que impliquen una amplia separación de las piernas (aunque no creo que a ninguna mamá reciente le apetezca montar a caballo después de esto) o una presión en el pubis. Tampoco escarmentada mucho tempo (bicicleta, piragua...) conviene en estos momentos. En el caso de la cesárea, se evitarán los ejercicios de abdominales.
Por supuesto, no es conveniente empezar a realizar cualquier ejercicio de manera intensa si nunca antes lo has realizado. Siempre se recomienda empezar el ejercicio en el postparto de manera gradual, sin prisas, hasta alcanzar un ritmo adecuado a nuestras necesidades y a nuestro bienestar.
Al margen de este tipo de ejercicios que debemos evitar en el postparto y las consideraciones sobre la lactancia, conviene recordar todos los consejos para hacer deporte después de haber tenido al bebé y sobre todo que la práctica de actividad física moderada nos ayudará a sentirnos mejor por dentro y por fuera.
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