Para levantarse y comenzar la mañana con un buen desayuno, los zumos y licuados caseros son una buena idea. Por eso hoy quiero daros unas sencillas pautas a modo de guía para disfrutar de los zumos caseros con ayuda de la licuadora, para que toda la familia pueda empezar el día con energía.
Hemos hablado mucho a lo largo del tiempo sobre los zumos de fruta y su contenido en azúcares. Indudablemente las frutas contienen fructosa y otros azúcares y no hay que abusar de los zumos para no excedernos en dicho consumo.
Como el zumo a primera hora es excelente para comenzar el día con alegría, -siempre que preparemos zumos caseros sin azúcar añadido- te contamos las mejores posibilidades para poder disfrutar de ellos durante todo el año.
Cómo hacer zumos apetecibles todo el año
En el otoño e invierno, cuando las naranjas están en su punto, el zumo de naranja es estupendo. Fresco, fácil de preparar y rápido, y con toda las vitamina C de los cítricos. De todas formas, para no tomar siempre el mismo zumo y -no queremos cansarnos de las naranjas-, podemos variar alternando zumos de diferentes frutas, o preparando zumos multifrutas en los que podemos mezclar naranjas, manzanas, kiwis y otras frutas similares, obteniendo mezclas apetecibles, refrescantes, jugosas y saludables.
A mí me gusta mucho mezclar naranjas con zanahorias, incrementando así el consumo de hortalizas en casa. Con ayuda de la licuadora, basta con ir metiendo los distintos ingredientes y recogiendo su zumo en una jarra. Es un zumo fácil, rico y sabroso, al que los niños se acostumbran enseguida
En primavera y verano las distintas frutas de la temporada nos permiten hacer mezclas interesantes utilizando fresas, con pera y manzana. También son muy refrescantes los zumos en los que usamos sandía, melón, melocotones y albaricoques, y otras frutas que también tienen mucho contenido en agua para hacer zumos refrescantes y apetecibles en dicha época.
Cuando no hay naranjas, podemos usar peras y las manzanas ya que estas tienen un gran contenido en agua por lo que son opciones excelentes para utilizar en nuestros zumos caseros hechos con la licuadora. El plátano es mejor no incluirlo ya que tiene mucha más pulpa y fibra y apenas se extrae zumo de él con la licuadora. Sin embargo, puede ser bueno para hacer otras preparaciones más espesas como batidos o smoothies.
Las frutas tropicales -mango, papaya, maracuyá- son excelentes en pequeñas cantidades pues su sabor es invasivo y dominante. A mí me gusta utilizarlas en combinación con una gran cantidad de piña, a la que aportan un sabor especial si no nos excedemos.
Nuestros hijos y el desayuno
Comenzar el día con un zumo y una porción de cereales con lácteos es una buena forma de empezar, cuidando el desayuno, la comida más importante del día y la que más descuidamos por las prisas, los horarios y por no dedicarle el tiempo necesario.
Dependerá de vuestra licuadora pero la mayoría de las existentes hoy en el mercado son seguras y muy fáciles de usar y los niños estarán encantados de ir metiendo los trozos de fruta por la parte superior y sentir que nos ayudan a preparar el zumo. Cada uno puede encargarse de una fruta para que no se peleen...
Es habitual que la distinta cantidad de agua y contenido en azúcar, sales y minerales de las diferentes frutas ocasione que las distintas densidades queden separadas en la jarra. No pasa nada. Dando unas vueltas con una cucharilla, obtenemos un zumo uniforme y sabroso que encantará a todos.
Es recomendable variar y desayunar distintas cosas cada día, unos días piezas de fruta -para tomar así también su fibra- otros días zumo, unos días tostadas, otros cereales y otros galletas, -y muy ocasionalmente-, una porción de bizcocho o unas magdalenas.
Así vamos acostumbrando a nuestros hijos a comer de todo, a comer de forma saludable y a valorar las mil y una posibilidades que tiene nuestra alimentación, haciendo así que esta sea variada y sana. En el caso de los zumos, podemos hacer lo mismo, hoy de melón y kiwi, mañana de pera y manzana, pasado de naranja, zanahoria y melocotón, etc.
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