Estos días de Semana Santa, mis sobrinas estuvieron en casa y aprovechamos para cocinar juntos algunas recetas divertidas. Lo que más les gustó fue preparar estos muñecos comestibles de bizcocho y chocolate que hicimos juntos. El resultado no fue perfecto estéticamente pero daba gusto divertirse cocinando con ellas y creo que la experiencia os puede apetecer para hacer con vuestros hijos.
Los muñecos son unos cake-pops o bizcobolas, elaborados con sobras de bizcocho y con queso crema, que después decoramos con varios tipos de chocolate. La receta es sencilla y se prepara rápidamente pero como la hacemos con los niños, puede servirnos para pasar una mañana o una tarde completa y bien entretenida.
Ingredientes para 10 muñecos de bizcocho y chocolate
- 200 g de bizcocho (yo usé sobras de un bizcocho casero pero podéis usar también magdalenas, sobaos, etc), 50 g de queso crema tipo Philadelphia o similar, 100 g de chocolate blanco, 100 g de chocolate negro de cobertura, bolitas y corazones de azúcar para los ojos, la boca
Cómo hacer muñecos comestibles de bizcocho y chocolate
Comenzamos haciendo la masa que será el relleno de la cabeza de los muñecos. Para ello mezclamos los restos de bizcocho con el queso y los trabajamos con un tenedor hasta obtener una masa más o menos homogénea. Los niños se divertirán haciendo el trabajo y también querrán probar el resultado.
Después, para que no sea demasiado pringoso, guardamos la masa en el congelador durante unos diez minutos, mientras vamos preparando los palitos de chupa-chups o cortando unas pajitas de refresco en trozos para hacer los palitos. Al sacar la masa del congelador, los niños tienen que formar las bolitas como si estuvieran jugando con plastilina y en cada una de ellas pinchamos un palito para hacer el cake-pop. Una vez formadas las bolitas, las guardamos de nuevo en el congelador.
Fundimos todo el chocolate blanco con 50 g de chocolate negro para hacer un chocolate de color marrón claro. Lo hacemos en el microondas con dos tandas de un minuto. Bañamos las bizcobolas recién sacadas del congelador en el chocolate y vemos como se endurece enseguida.
Mi sobrina Irene no aguantó más la espera y de repente empezó a comerse sus primeros muñecos, incluso antes de ponerles los ojos en la cara y el pelo, momento que aproveché para hacerle unas fotos.
Pegamos los ojos y la boca en su sitio utilizando chocolate como pegamento. Después volvemos a meter los muñecos en el congelador mientras fundimos el resto de chocolate negro para hacer el pelo. Una vez fundido, echamos un poco de chocolate por la zona superior del muñeco y con ayuda de un tenedor le marcamos rayas para hacer los mechones que determinarán su peinado.
Esta parte es muy divertida y aunque algunos de los muñecos se manchen un poco, las niñas disfrutan mucho con las diferentes expresiones que resultan según donde coloquemos los ojos, cómo quede el pelo, etc. Finalmente, dejamos que los muñecos se terminen de secar bien colocándolos en un vaso y les intentamos convencer para que no se los coman hasta después de comer.
Tiempo de elaboración | 1 hora incluyendo los reposos en el congelador Dificultad | Media
Degustación
Estos muñecos comestibles de bizcocho y chocolate están muy ricos, especialmente si los guardamos en la nevera para que el bizcocho y el queso crema del interior estén un poco más duros. Al primer bocado se nota el contraste entre los chocolates de la parte exterior y el bizcocho del interior. Para los adultos son un poco dulces pero a los pequeños les encantan, por lo menos a mis sobrinas les vuelven locas.
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