Siempre oímos que es importante que nuestros hijos hagan cinco comidas diarias, siendo las más olvidadas la del almuerzo durante el recreo o la merienda al salir de clase. Hoy os queremos dar siete claves para que los bocadillos del recreo sean más saludables, ya que es sencillo mejorar la alimentación de los niños con este tipo de alimentos.
Los bocadillos se preparan fácilmente, se llevan cómodamente envueltos en la mochila y pueden tener multitud de contenidos diferentes. Además nos pueden servir para introducir en ellos todo tipo de alimentos, incluso los que no suelen comer con facilidad en platos principales. Estas son las claves para mejorar los bocadillos de toda la familia.
1. Utiliza pan integral o multicereales
El pan es un alimento muy sano, pese a los mitos contrarios a su consumo diario. Es un producto que nos aporta energía y que sin embargo no contiene nada de grasa. Si tomamos pan integral o pan de molde multicereales con semillas, además nos ayuda a incorporar fibra, lo cual es bueno tanto para nuestro sistema digestivo como para saciarnos evitando un exceso de ingesta de alimentos que puede aumentar los problemas de obesidad o sobrepeso, muy presentes en los niños de nuestro país.
2. Usa cremas vegetales para hacerlo jugoso
Un aguacate untado en el pan, dos cucharadas de tomate frito, o un hummus de garbanzos extendido en las rebanadas de pan hará más jugoso el bocadillo y servirá para incrementar el consumo de hortalizas y verduras de nuestros hijos, con independencia del ingrediente principal -embutido, lata de atún o cangrejo, vegetal, tortilla francesa- con el que llenes el bocadillo.
3. Prueba a introducir hierbas aromáticas
Unas hojas de hierbabuena, de albahaca o de cilantro pueden cambiar totalmente el sabor de un bocadillo tradicional. Para que no les sorprenda, anímate a que lo disfruten así cuando toman bocatas contigo en las meriendas y así les encantará también tomarlo a la hora del recreo.
4. Varía cada día los ingredientes
No vayas a lo sencillo del pan y chocolate, bocadillo de chorizo o sandwich de jamón y queso cada día. Puedes hacer esos bocadillos un día a la semana pero tienes que utilizar otros ingredientes.
Los sándwiches vegetales con lechuga, tomate, -si quieres enriquecidos con huevo duro o jamón de pavo- gustan a todos los niños. Si además haces divertido el bocadillo cuidando la presentación, eso que tendrás ganado.
5. Procura envolver el bocadillo en papel aluminio
Así estará crujiente -si es de pan normal- o no se deformará -si es de pan de molde. Si utilizas para envolver los bocadillos el film transparente o plástico de cocina, los bocadillos llegarán en peor estado o el pan se habrá vuelto correoso por lo que tus hijos lo comerán peor.
6. Completa el bocadillo con una pieza de fruta fresca
También hay que variar en esto y no poner siempre la misma. Peras, manzanas y plátanos son cómodos para comer en el recreo. También puedes usar mandarinas y otras piezas fáciles de pelar o que se puedan comer con cáscara.
y 7. Da ejemplo tú también
Nuestros hijos aprenden viéndonos a nosotros. Si quieres que se coman un bocadillo de un ingrediente novedoso, la mejor forma de que lo hagan es que te vean a ti disfrutar con ese producto. No dudes en compartir la hora de la merienda con ellos o prepara los bocadillos con tus hijos delante para que vean que tú te haces otro igual.
Con estas siete claves, será más sencillo conseguir que los niños disfruten de bocadillos más saludables, distribuyendo así su ingesta de alimentos en cinco comidas y acostumbrándose a comer de todo. Es por su salud y por su futuro.
Foto de Brigitte Tohm en Pexels
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