Un aperitivo original para los niños más queseros: receta de fondue de queso servida dentro de una hogaza
La fondue de queso es un plato divertido que nos gusta compartir en familia, pero ¿os imagináis que en lugar de una fuente o cazo pudiéramos hacer la fondue en un recipiente comestible? Esa es la idea de esta receta de fondue de queso servida dentro de una hogaza, una propuesta divertida para meriendas familiares, cumpleaños o excelente para un aperitivo original.
Además de preparar brochetas para comer el interior del queso, es divertido hacerlo con el propio pan de la hogaza, comenzando con la tapa y continuando con las paredes hasta acabar el queso. Seguid leyendo y os cuento cómo preparar un relleno delicioso y fundente...
Ingredientes para 4-6 personas
- 1 hogaza de pan de unos 24 cm de diámetro, una cuña de queso Gouda de 300g, 1 cebolla, 100g de queso Emmental
Cómo hacer una fondue de queso dentro de una hogaza
Cortar un cuadrado en la parte superior del pan sin llegar al fondo, simplemente para quitar la corteza y hacer una especie de tapa. Ahuecar el pan sacando la miga, para hacer una especie de cazo hecho de pan.
Picar muy fina la cebolla y ponerla a caramelizar a fuego lento en una sartén con aceite, removiendo cada cinco minutos para evitar que se queme. El objetivo es conseguir una cebolla de color ligeramente dorado pero muy cocinada a fuego lento.
Cortar los quesos en tacos y añadirlos a la sartén con la cebolla cuando esté prácticamente hecha. Remover para conseguir que se mezclen bien los ingredientes mientras el queso empieza a fundirse.
Precalentar el horno a 190ºC. Volcar el contenido de la sartén dentro de la hogaza. Poner la tapa y hornear durante 10 minutos para que el interior se cocine y el pan quede bien crujiente. El pan absorbe los líquidos que suelta el queso al fundirse y queda lleno de sabor.
Tiempo de elaboración | 20 minutos
Dificultad | Muy fácil
Degustación
La fondue de queso dentro de una hogaza es un plato muy divertido que a los niños les provoca mucha diversión y risa. Lo bueno es que está tan rico el relleno como el envase que lo contiene. Ya veréis qué éxito.
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