Cuando se corta el cordón umbilical, queda un muñón que se ennegrece y se va secando hasta desprenderse, lo que conocemos como la caída del ombligo o del cordón umbilical. Pero, ¿cuándo se suele caer el ombligo de los bebés?
La caída del cordón umbilical
La mayoría de los avances en el desarrollo de los bebés tienen una fecha estimada, es decir, un rango de días, semanas o meses en los que puede suceder algo, sin que sea necesariamente una fecha fija o establecida para todos.
En el caso del cordón umbilical sucede algo similar, ya que suele desprende del vientre del recién nacido entre la segunda y la tercera semana de vida y posterior a esta caída, tarda entre tres y cinco días más en cicatrizar la herida.
No hay un plazo igual para todos los bebés, aunque habitualmente el cordón de los nacidos por cesárea se cae más tarde. En algunos niños puede desprenderse al quinto día mientras que en otros al vigésimo día de vida. Ambas situaciones son absolutamente normales.
En algunos casos, el cordón umbilical puede llegar a desprenderse hasta la cuarta semana de vida o cerca del primer mes del bebé. Si vemos que se aproxima esa fecha y no se ha desprendido, podemos consultar al pediatra para que valore la situación y verifique si no hay alguna anomalía en el ombligo del bebé.
Independientemente de la fecha en que suceda la caída del cordón umbilical, jamás se debe estirar para acabar de desprenderlo, ni aunque el hilo a que haya quedado reducido sea muy fino, pues se podría ocasionar una hemorragia en el ombligo.
¿Qué sucede al desprenderse el cordón umbilical?
Es posible que al momento en que finalmente se desprenda el ombligo de forma natural, sangre un poco, pero en ese caso la hemorragia se detiene por sí sola inmediatamente.
La cicatrización de la herida que queda en su sitio, suele producirse entre tres y cinco días después de la caída, y mientras esto sucede hay que seguir realizando las curas para lograr un perfecto secado.
Durante este proceso, es normal que observemos pequeños restos de sangre seca y coagulada en los pliegues internos, y hay que seguir realizando las curas porque el riesgo de infección persiste hasta que el ombligo haya cicatrizado totalmente.
El proceso de cuidado y limpieza después de la caída del cordón umbilical es importante en todos los bebés, pero especialmente en los llamados "ombligos amnióticos", en los que la piel no sobresale sino que quedan hundidos, porque eso hace que estén menos ventilados y sea además más difícil valorar su estado.
Recordemos que en cuanto a la caída del cordón umbilical, más que preocuparnos o apresurarnos porque se caiga, debemos poner atención a los posibles signos de alarma y realizar su cura, limpieza y secado de forma correcta.
Foto | iStock
En Bebés y más | Siempre he querido saber: qué se esconde detrás del ombligo, Cuidados del recién nacido: el cordón umbilical, La hernia umbilical en el bebé: todo lo que hay que saber