Nacer prematuro en tiempos de Covid: el impacto de las restricciones en las UCIN durante la pandemia

Nacer prematuro en tiempos de Covid: el impacto de las restricciones en las UCIN durante la pandemia
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La crisis del coronavirus ha trastocado por completo nuestras vida, y también los nacimientos, incluidos los de los bebés prematuros que llegan al mundo antes de tiempo.

Los protocolos hospitalarios se han visto modificados por la pandemia y en muchos casos también han afectado a los protocolos habituales en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de los hospitales donde permanecen ingresados los bebés prematuros, es decir los nacidos antes de la semana 37 de gestación, o los recién nacidos a término que requieren hospitalización.

En España, aproximadamente el siete por ciento de los bebés nacen de forma prematura, la mayor parte de ellos entre las semanas 32 y 37 de gestación.

Estos bebés necesitan cuidados especiales y la presencia de los padres no es un capricho, sino que es clave para su recuperación, una medicina imprescindible para salir adelante.

"En tiempos de crisis sanitaria y pandemia, sigue siendo obligado que el recién nacido prematuro reciba en la unidad neonatal amor, estimulación, cuidado y seguridad de sus padres", señalan las enfermeras especializadas en Neonatología y responsables de la sección de Enfermería de la Fundación NeNe, Nuria Herranz y Maite Montes.

Los padres no son visitas

Pero en el contexto de la pandemia, la llegada de los bebés prematuros ha estado marcada por las restricciones establecidas en las unidades neonatales que "no tuvieron en cuenta el carácter único y excepcional que las medidas como el contacto piel con piel, así como la lactancia materna, tienen para favorecer el neurodesarrollo y la salud global de los bebés prematuros, según las conclusiones de un análisis realizado por la Fundación NeNe, creada por especialistas en Neurología Neonatal.

"El recién nacido prematuro y su familia tienen derecho a recibir unos cuidados óptimos para su salud, independientemente del escenario de salud pública en el que nos encontremos«, ha reivindicado el presidente de la Fundación NeNe, Alfredo García-Alix, neonatólogo referente a nivel nacional e internacional en el desarrollo neurológico de los bebés prematuros.

Durante la pandemia, las unidades neonatales han sufrido de forma dispar la interrupción de su política de puertas abiertas y el enfoque integrador de la familia, restringiendo la entrada a un solo progenitor y con límites de tiempo.

Nacer prematuro en tiempos de Covid, una llegada al mundo adelantada marcada por la pandemia

Desde la Fundación denuncian que "los progenitores volvieron a ser visitas, lo que nos arrastró al siglo pasado", que se adoptaron "normas drásticas homogéneas sin tener en cuenta las necesidades de la familia y del neonato prematuro de forma individual, ni aun cuando estaba extremadamente grave".

Prácticas clave en la asistencia del bebé prematuro como el cuidado piel con piel, la lactancia materna, la donación de leche materna a los banco de leche y los programas de alta precoz domiciliaria sufrieron grandes modificaciones durante los primeros meses de la pandemia.

Y aunque ahora se han ido normalizando, "es imprescindible recuperar todo el conjunto de medidas y acciones que caracterizan el enfoque asistencial del cuidado centrado en la familia, el cual ha demostrado ampliamente ser beneficioso para los bebés y padres", señalan los expertos.

Recuerda que, aún en las difíciles circunstancias actuales, sigue siendo crucial el acceso libre de las madres y padres a las Unidades Neonatales en general y a las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales, en particular, y facilitar la participación de los progenitores en los cuidados del bebé prematuro para su correcto neurodesarrollo y para establecer el vínculo afectivo y el rol parental.

La tecnología, una aliada en tiempos de pandemia

prematuro

Las videollamadas y las cámaras instaladas en las UCIN de algunos hospitales permiten que los padres puedan ver a sus bebés a través de una pantalla, reduciendo así el estrés de no poder estar presencialmente.

Pero la tecnología no es suficiente. Los bebés necesitan sentir el calor y la cercanía de sus padres, necesitan sentir que son tocados y abrazados. Ya conocemos los beneficios del Método Canguro y lo importante que es acariciar y hablarle al bebé para establecer un vínculo afectivo sólido y mejorar su desarrollo.

Los hospitales deberían buscar todas las soluciones a su alcance, siguiendo estrictos controles anti-Covid, para que los padres puedan estar el mayor tiempo posible junto a sus bebés prematuros, y no prematuros, que estén ingresados en las UCINs.

Desde la Fundación NeNe creen crucial que se instaure sin demora el cribado sistemático y periódico con los test diagnósticos (antígenos y/o PCR) a los padres de niños prematuros que tendrán un ingreso prolongado. Esto rebajaría la tensión en familias y cuidadores y facilitaría recuperar el escenario de atención centrada en la familia.

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