Cada vez que nace un bebé, las personas cercanas a los padres desean conocerle lo antes posible, y muchos de ellos, cogerle en brazos. Y es que, ¿quién puede resistirse a tanta ternura? Admito que yo soy una de esas personas que ven un bebé y siente la imperiosa necesidad de tocar sus manitas, piernitas, piececitos...
Sin embargo, por más ternura que podamos sentir, no es correcto acercarnos y tocar un recién nacido así nada más. Así como durante el embarazo recomendamos respetar y no tocar la barriga de una embarazada sin permiso, lo mismo sucede con el bebé.
Hay diversos motivos por los que debemos pensarlo dos veces y tener cuidado cuando se trata de acercarnos a un bebé tan pequeñito. Te explico por qué siempre debes preguntar ¿puedo tocar al bebé? antes de hacerlo.
Primero, por respeto...
Al llegar a casa con un recién nacido, es normal que muchas personas pregunten a los padres cuándo pueden ir a conocer al bebé. Una vez que mamá o papá nos hayan avisado que podemos ir a visitarles (porque tampoco está bien llegar sin avisar), habremos de ir y ser visitas útiles.
Pero hay que tener claro, que el hecho de que nos hayan abierto las puertas de su casa no significa que podemos actuar libremente en relación al bebé. Así como no invadimos a los padres con visitas no esperadas, tampoco podemos llegar a invadir el espacio del bebé.
Durante esas primeras semanas de vida, el bebé está acostumbrándose a su nueva vida fuera del útero y mamá también, por lo que ambos necesitan calma, espacio y tiempo para esto. Tocar al bebé sin preguntar primero si podemos hacerlo, puede llegar a sentirse como una falta de respeto para esa importante intimidad.
Debemos recordar que fuera de mamá y papá, para el bebé el resto de las personas son completos desconocidos, que pueden llegar a ponerle nervioso o interrumpir esa calma que tanto necesita en esas primeras semanas.
También hay que tener en cuenta una última cosa en este apartado: que la madre simplemente no desea que toquen a su bebé y no necesita justificar su decisión. Después de todo, es su bebé, no nuestro, y hay madres que se sienten vulnerables al ver a otros tocar a su bebé cuando aún es tan pequeñito.
...pero también, por salud
Por otro lado, además de que debemos respetar la decisión de los padres respecto a dejar que otros toquen o no a su bebé, tenemos el tema de la salud: un factor sumamente importante cuando hablamos de un recién nacido.
Cuando los bebés son tan pequeñitos, su sistema inmunitario aún es inmaduro y no es lo suficientemente fuerte para protegerle de ciertas enfermedades e infecciones, y cualquier virus o bacteria es una gran amenaza para un bebé recién nacido, especialmente cuando aún no ha recibido las primeras vacunas.
Por esto, es que se repite hasta el cansancio la importantísima recomendación de lavarse siempre las manos antes de tocar a un bebé, y también puede ser la razón por la cual muchos padres no permiten que nadie más que ellos u otros cuidadores lo toquen. Su vida y su salud son más importantes que cualquier abrazo o caricia (que además ya recibe de mamá y papá).
Finalmente, ya que estamos hablando de preguntar antes de tocar a un bebé, no olvidemos otro tema similar: darle besos a un recién nacido. En ese caso ni siquiera deberíamos pensar en preguntar y simplemente, evitarlo por completo.
Foto | iStock
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