Desde el año 2017 en España, a la hora de inscribir a un recién nacido, el apellido paterno ha dejado de tener prevalencia sobre el materno y ambos padres deben ponerse de acuerdo en el orden de los apellidos que llevará su hijo.
Sin embargo, aunque la ley haya cambiado, las costumbres no. Sólo el 0,5 por ciento de los padres han puesto a sus hijos el apellido de la madre en primer lugar en los últimos cinco años. El porcentaje es ínfimo. De hecho, el año que entró en vigor la reforma es el que más porcentaje de niños llevan el apellido de la madre en primer lugar. Habrá sido por la novedad.
Una decisión consensuada. Hay quienes lo tienen claro incluso antes de planear la llegada del primer hijo, mientras que para otros es una negociación de largo recorrido durante el embarazo. En ocasiones, hasta puede convertirse en motivo de discusiones con la familia política.
Sonia bromea:
"Es algo que llevaba queriendo hacer hace años y le dije -de broma- que era requisito para casarme con él".
Ella lo tenía claro desde el principio:
"Soy hija única y el apellido se terminaba en mí. Me daba mucha pena que se perdiera. Mi chico tiene hermano y si tiene niños aún puede poner el suyo".
"Además, es un apellido peculiar y me hacía especial ilusión no perderlo. El suyo también es peculiar pero buscamos en el INE quién de los dos tenía menos, y el mío volvía a ser menos común".
Hay parejas que lo ven como un desprecio hacia el legado paterno, pero lo cierto es que ambos tienen el mismo derecho y lo importante e igualitario es exponer cada uno sus motivos y llegar a un acuerdo.
"A él no le importaba renunciar a poner el suyo y darle valor al mío. Mi padre y abuelo están super contentos".
A Yolanda también le preocupaba que no se perpetuara su apellido que es poco común:
"En mi familia solo somos 3 hermanas, ningún chico. Y para que mi apellido no se pierda (es un apellido bonito poco usual) decidí ponerle a mi hija mi apellido primero. Además, el apellido del padre no gustaba, así que se quedó de segundo apellido".
El apellido de quien lo ha gestado y parido
¿Por qué debería de seguir prevaleciendo el apellido del padre, por costumbre, porque siempre ha sido así, cuando es una gran oportunidad para poner en valor el empoderamiento de la mujer?
Maria comparte sus motivos:
"De entrada, me parece lógico y de lo más normal que sea el primer apellido el de la persona que lo ha gestado durante nueve meses y después parido".
Las circunstancias de cada pareja son especiales, y en base a ello ahora tienen la posibilidad de elegir.
"Por otro lado, mi marido ya tiene hijos de un matrimonio anterior con su apellido primero".
Así que, tomaron la decisión más salomónica.
"Por último, hicimos lo que nos pareció una mezcla perfecta de nuestros nombres: a nuestra hija la llamamos como él pero en femenino + mi apellido + el suyo. Es decir, que casi se llama igual que él, pero con mi apellido en medio."
Lo que debes saber sobre el orden de los apellidos
En la gran mayoría de las personas, el primer apellido es el primer apellido de su padre y el segundo apellido es el primer apellido de su madre. Es lo más habitual y pocos conocen que puede no ser así.
Si así lo deciden de común acuerdo el padre y la madre, pueden invertir el orden de los apellidos de su hijo antes de la inscripción del nacimiento, de manera que se inscriba con el primero de la madre, como primero, y con el primero del padre, como segundo.
Eso sí, si lo deciden, el orden acordado para el mayor regirá en las siguientes inscripciones si tienen más hijos. Por su parte, el hijo al alcanzar la mayoría de edad puede también solicitar que se altere el orden de sus apellidos.
¿Y si no se ponen de acuerdo? Si al momento de ir a inscribir al bebé no hay acuerdo, tendrán un plazo de tres días para resolverlo o el orden lo decidirá el funcionario del Registro Civil.
Si al momento de inscribir a tu bebé no lo has hecho y más tarde decides que quieres cambiar el orden de los apellidos, se deberá cumplimentar una solicitud dirigida al Juez Encargado del Registro Civil.