Está claro que lo ideal sería disponer de una mascarilla pequeña, ajustada al tamaño de su cara. Pero si no la conseguimos, una solución puede ser convertir una mascarilla quirúrgica (de las que ya empieza a haber en las farmacias), en una más pequeña para proteger a nuestros hijos. Un vídeo nos enseña cómo hacerlo.
Lo ideal sería disponer de las pantallas de plástico protectoras, como las que ya utilizan para los recién nacidos en maternidades de Tailandia. Son más cómodas para los pequeños porque no aprietan y les dejan respirar perfectamente.
De momento, seguiremos las instrucciones que nos da el Ayuntamiento de Pedralba (Valencia). Aseguran que es suficiente con unos pliegues y un par de nudos para que las protecciones quirúrgicas desechables de los padres puedan ser usadas por los 'peques' de la casa.
Y si tampoco dispones de alguna mascarilla quirúrgica de adulto en casa, recuerda que siempre te queda la opinión de fabricar una casera. Mejor si sigues las instrucciones del Gobierno para hacerlas de manera correcta para que sean efectivas.
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