Tirar la basura disfrazados sin repetir modelo: el divertido ritual de un padre y su hija durante la cuarentena

Hasta hace pocos días ir a tirar la basura era la única salida diaria permitida para la mayoría de las familias y los aplausos el único contacto con personas diferentes a las de casa. Pero ni el encierro más severo ha conseguido terminar con el buen humor de algunos padres.

Es el caso de Jaime Coronel, de Puertollano (Ciudad Real), que decidió poner al mal tiempo buena cara y comenzó a disfrazarse de un personaje diferente cada vez que salía a tirar la basura a un contenedor cercano a su casa.

Su cuenta de Instagram incluye más de 30 vídeos con caracterizaciones distintas. Porque ahí está la gracia, sorprender cada día mientras sus vecinos se asoman a los balcones para agradecer a los sanitarios su labor.

Incluso, cuando los niños empezaron ha aumentado la apuesta y le acompaña en el divertido paseo su hija Mara, de solo tres años. Todo vale para esta pareja única: Frozen, Marvel, Anime...

Nos encantan sus vídeos, así que hemos pedido que cuente a Bebés y Más cómo surgió la idea y de dónde ha sacado tantos disfraces.

Cualquier personaje es posible

El segundo día del estado de alarma Jaime estaba guardando cosas en el trastero de casa y se encontró con un disfraz de Olaf, el muñeco de nieve de Frozen. Su hija Mara quiso vestirse de Elsa. Se pasaron el día jugando y, cuando llegó la hora de aplaudir, seguía vestido del muñeco de nieve.

"Pensé, por qué no salir con el disfraz.... Así que viendo la acogida de los vecinos y lo bien que nos lo pasamos en casa, decidí seguir tirando la basura disfrazado cada día, coincidiendo con los aplausos de las ocho".

Nos confiesa que empezó solo para que mi hija se concienciara de que "papá solo podía salir de casa en momentos puntuales y bien resguardado para que no nos pasara nada. Estaba encantada de verme desde la terraza. De hecho, en casi todos los videos sale gritando 'Papi, papi'".

Después, comenzó a compartir el vídeo grabado por su mujer en su cuenta de Instagram, tras añadir una música coherente con el personaje: ladrón de la Casa de Papel, Batman, momia...

Añade que cuando se permitió el paseo con los niños, "vi el momento ideal para que ella pudiera salir, aunque fuera solo dos minutos al día, siempre acompañada y sin correr ningún riesgo".

Una diversión para toda la familia

Estos días de confinamiento han sido especiales para Jaime, ya que el encierro obligatorio le ha permitido dejar de trabajar 12 horas al día y disfrutar de más tiempo en familia: con Mara y el pequeño Joel, que nació solo nueve días antes de declararse el estado de alarma.

Olaf y Elsa, Ladybug y Cat Noir, la Bella y la Bestia, Batman y la Mujer Maravilla, Goku y Gohan... Y uno diferente cada día.

La pregunta que nos hacemos todos (también en las redes sociales) es cómo ha llegado a tener tantos disfraces y reconoce que "muchos comentarios hablan de la posibilidad de que tenga una tienda de disfraces". Pero asegura que para nada: "Soy arquitecto técnico y gestor de la empresa familiar de mudanzas".

"Nos hemos disfrazado siempre desde que nació mi hija, en todos los carnavales y Halloween y ya tenía alguno de cuando era más joven y salía con mis amigos".

"Algunos disfraces los compré durante el confinamiento y la gran mayoría los hemos creado estos días nosotros. Así la peque ha estado entretenida y nos lo hemos pasado muy bien, evadiéndonos un poco de todo lo que está pasando".

También habla de improvisación en la elección de los disfraces: "viendo dibujos o pelis y dependiendo también del material que nos quedara disponible en casa".

Aquí tienes algunos de los vídeos de sus 'desfiles', solo y en pequeña compañía.

Se aparcan los disfraces, de momento

El pueblo de Puertollano parece estar muy feliz con la iniciativa, aunque nos explica Jaime que han tenido que abandonar la iniciativa porque con los horarios de los niños su hija no puede salir a la calle más tarde de las siete. Así que hace unos pocos días colgó su último vídeo en su cuenta de Instagram, agradeciendo el apoyo a sus vecinos, pero también a los trabajadores de las ambulancias que quisieron rendir un homenaje a la pequeña Mara.

Nos ha confesado que los disfraces quedan aparcados de momento, aunque amenaza con volver a vestirse con su hija en Halloween.

La imaginación y sentido del humor de Jaime nos encanta. Viendo la complicidad entre padre e hija parece que se lo pasan genial juntos. Una demostración clara de que hasta de los momentos más duros se sacan cosas positivas.

Fotos | Jaime Coronel

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