Cada mujer tiene unas necesidades particulares según sea su constitución, pero en general los profesionales médicos apuntan a que un aumento “ideal" de peso durante el embarazo se halla entre los siete y trece kilos.
Adelgazar durante el embarazo no es saludable, pero tampoco lo es engordar demasiado. Un exceso de peso durante el embarazo más allá de los límites “razonables" conlleva riesgos diversos.
Veamos algunas cuestiones de peso para intentar no ganar demasiados kilos en el embarazo.
El exceso de peso significa una carga adicional para los músculos y produce dolores de espalda y en las piernas.
También se produce una mayor fatiga: el aumento de líquido en exceso sobrecarga el corazón, al que le cuesta más funcionar.
Aumenta el número de venas varicosas (o las posibilidades de que aparezcan).
La determinación y medición del feto resultan más difíciles debido a la capa de grasa abdominal.
La obesidad de la madre aumenta el riesgo de muerte fetal y duplica el riesgo de la espina bífida en el bebé.
El bebé puede ser demasiado grande y dificultar su paso por el canal del parto. No obstante, el que la madre aumente mucho de peso no siempre supone que el bebé va a ser más grande (la calidad del alimento que contribuye al aumento de peso fetal es más importante que la cantidad).
Si la madre sufre alguna intervención como la cesárea, la operación es más difícil y la recuperación postoperatoria también, aumentando el riesgo de complicaciones.
Hay estudios que señalan que las mujeres que ganan más kilos de los recomendables tienen casi un 75% más de posibilidades de que algo salga mal en la lactancia y se encontrarán con más dificultades.
Después del embarazo a la mujer le resulta mucho más difícil recuperar la forma.
A pesar de conocer todos estos riesgos, existe la posibilidad de que la mujer vea que mes a mes la báscula se dispara y no puede hacer nada por controlar su peso. Es el médico el que ha de valorar la situación personal de cada embarazada y ayudarla a reconducir su estado.
Las primeras preguntas que le hará será si sigue una dieta adecuada y realiza ejercicio para mantenerse en forma, ambos aspectos fundamentales para el control del aumento de peso.
Por todo ello recomendamos un aumento de peso controlado mediante una dieta saludable y, siempre que no existan riesgos, realizar actividad física habitual. Todo hará que la báscula no nos dé datos preocupantes para nuestra salud y la del bebé.
Foto | Thinkstock En Bebés y más | Problemas de circulación sanguínea durante el embarazo: ¿se pueden prevenir?, La obesidad aumenta las molestias del embarazo