Corre por internet una recomendación o indicación para las mujeres que están embarazadas que promete ayudarlas a dilatar mejor y tener un mejor parto mediante el uso de homeopatía. Es una recomendación que he leído en algunos blogs o páginas web, y que va dando vueltas también por las redes sociales, en muchas ocasiones tras la recomendación de la matrona a alguna mujer.
Al parecer, según se explica, iniciando la toma de Actea Racemosa (Cimífuga) y Caulophyllum thalictroides, no sólo dilatas mejor, sino que tienes un mejor parto.
Vamos, que quienes te la recomiendan dicen que les ha ido muy bien. La duda es: ¿Cómo lo saben? ¿Cómo saben que su dilatación ha sido mejor gracias a haber tomado eso? Por eso hoy hablamos de tomar homeopatía para ayudar en la dilatación y el parto (o cómo dar a luz creyendo en la magia).
Cuál es la recomendación al respecto
Depende un poco de quién te la dé, pero algunas matronas sugieren que ambos preparados homeopáticos deben empezar a tomarse en la semana 36 de embarazo. Para conseguir un poco más al respecto, busqué por internet por el nombre de estos dos productos y hallé varias páginas que daban la recomendación. Me quedo con dos de las que aparecieron en primer lugar:
En Planeando ser padres, en una entrada dedicada a la homeopatía para el embarazo y el posparto se puede leer que para la dilatación y el progreso del parto:
También desde la semana 37 del embarazo se pueden tomar dos complementos homeopáticos la Actaea Racemosa 9CH y el Caulophyllum 9CH para tratar de favorecer la dilatación y el ablandamiento del cuello del útero, a fin de que el trabajo de parto transcurra más fácilmente y quizás en un espacio de tiempo menor (...) Durante la semana 37 y 38 hay que tomar 5 gránulos de Actaea una hora antes del desayuno y 5 de Caullophyllum una hora antes de la cena. A partir de la semana 39 se tomarán 5 gránulos de cada uno de ellos una hora antes del desayuno, la comida y la cena. Se pueden tomar juntos. Cuando llegue el día del parto habrá que tomar 5 gránulos de cada uno cada hora. Son unas bolitas pequeñísimas, de sabor muy dulce y cada envase de 75 gránulos cuesta 4,95 euros.
En Mi saquito mágico, en una entrada con la misma temática, se explica algo similar:
Para suprimir el miedo al parto: ACTEA RACEMOSA 12 CH . Una dosis de 5 gránulos todas las semanas durante el noveno mes de embarazo.
Para tener contracciones eficaces y un parto rápido: CAULOPHYLLUM 12 CH. Una dosis de 5 gránulos todas las semanas durante el noveno mes de embarazo.
Con respecto al Caulophyllum podéis ver adjunto un estudio de la Biblioteca Cochrane en el cual deja claras dudas sobre su eficacia, sin embargo parece que una vez iniciado el trabajo del parto puede ser enormemente efectivo, por lo que si tienes previsto desplazarte a la maternidad no inicies la toma antes de ir, ya que acelera la dilatación del cuello del útero.
Por qué es como creer en la magia
Pues porque los tratamientos homeopáticos no han demostrado tener ninguna eficacia en ninguno de los estudios bien realizados al respecto, ni en ninguna de las revisiones de estudios hechas por entidades sin ánimo de lucro. La Cochrane, por ejemplo, se dedica a eso, y tal y como dicen en "Mi saquito mágico", no ha demostrado que haga nada, y por eso no entiendo a qué viene que después digan que "puede ser enormemente efectivo".
En la otra página, la primera a que he hecho referencia, solo nos hablan del precio y el sabor, que es muy dulce porque las bolitas homeopáticas son azúcar prensado en forma de gránulos. Ni más, ni menos.
En una de las páginas dicen que debe tomarse en una concentración 9CH, que equivale a una concentración homeopática 5.000K. Para hacer un preparado 5.000K tienes que hacer lo siguiente:
Coges 100 ml de la sustancia que quieres preparar y la metes en un vaso. La tiras, pero no limpias el vaso. Metes dentro 100 ml de alcohol y lo remueves. Ya tienes una preparación 1K. Ahora tira ese alcohol y mete 100 ml más, lo remueves, y ya tienes un preparado 2K. Haz lo mismo 5.000 veces y ya tienes el preparado.
Creer que en esas bolitas queda algo de la sustancia es como creer en la magia, porque es imposible. No se puede enjuagar un vaso 5000 veces y que quede algo de lo que había.
En la otra página dicen que debe ser 12CH, esto equivale a hacerlo miles de veces más (10CH equivale a 10.000 K), así que peor me lo pones.
"Pero... yo sí creo que algo debe quedar"
Pongamos que alguien sí cree que algo queda. Después de pasar más 10.000 veces alcohol por un vaso, alguien cree que allí queda algo de lo que había al principio. Pues bien, entonces Sanidad tendría que hacer algo, porque los medicamentos durante el embarazo pueden ser peligrosos y quién sabe qué puede hacerle a la mujer o al feto un preparado así.
De hecho, Sanidad ya recomendó hace unos años no tomar Cimífuga (Actea Racemosa) en ningún caso, por riesgo de lesiones hepáticas, mientras que la planta Caulophyllum thalictroides tiene poder abortivo y por eso tampoco se recomienda tomar (nadie quiere dar a luz en la semana 36, pudiendo hacerlo a término).
Es decir, si hay sustancia, no lo tomes, que es peligroso. Y si no hay sustancia... bueno, si no la hay, haz lo que quieras: bien no te va a hacer, pero mal tampoco.
También lo dicen los estudios
Si la lógica no sirve, solo queda ir a los datos, a la ciencia, a las revisiones de estudios. La Cochrane, como ya hemos dicho, ha revisado un montón de estudios sobre homeopatía y siempre llega a la misma conclusión: nada de nada. En referencia al parto, ya demostró hace años que por ahora no sirve de mucho:
No hay pruebas suficientes como para recomendar el uso de la homeopatía como método de inducción. Es probable que la demanda de medicina complementaria continúe y que las mujeres sigan consultando a un homeópata durante el embarazo. Aunque el caulophyllum es un tratamiento homeopático de uso frecuente para la inducción del trabajo de parto, la estrategia de tratamiento utilizada en el único ensayo que evaluó esta hierba puede no reflejar la práctica homeopática sistemática. Se necesitan evaluaciones rigurosas de los tratamientos homeopáticos individualizados para la inducción del trabajo de parto.
Así que en conclusión, cada mujer que haga lo que considere mejor. Incluso puede hacer magia si cree que con ello tendrá un mejor parto, que ya lo dicen: la actitud ante el parto es muy importante, y creer que va a ir bien es mucho mejor que ir pensando lo contrario.
Pero de ahí a que esto funcione de verdad hay un trecho, porque funciona como placebo. Si crees que te va a ir bien, te servirá de algo. Pero si no lo crees, no te servirá de nada.
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