Aunque la circuncisión ha sido una práctica frecuente en EE.UU. durante muchos años, y lo es también en otros países por cuestiones religiosas, los expertos en Reino Unido consideran que es una práctica innecesaria y arriesgada y por eso llevaban tiempo quejándose por la venta de kits de aprendizaje como el que os mostramos en la imagen.
Al parecer, Amazon lo vendía con el material quirúrgico correspondiente y un modelo de los genitales de un niño. Una carta de la National Secular Society (NSS), que explica los riesgos y motivos de esta práctica, llevó a los responsables de la conocida multinacional a retirar el mencionado kit.
La carta del Dr. Antony Lempert, del NSS
Según leemos en The Guardian, en su carta, el presidente del foro médico del NSS explicó a Amazon que en Reino Unido no hay una regulación clara con respecto a la circuncisión masculina, y argumentó que la venta al público de un kit de aprendizaje podría alentar a profesionales no calificados a hacer cirugías innecesarias en condiciones peligrosas para ellos, incluso fuera de un quirófano, poniendo al pequeño en riesgo de daño importante, e incluso en riesgo de infección.
Y es que en cada vez más países se considera que la circuncisión no terapéutica carece sentido. En palabras de Lempert:
(La circuncisión) pone a los niños pequeños en riesgo de muerte y lesiones graves. Esta práctica podría ser alentada por la venta moralmente negligente de kits de entrenamiento de circuncisión infantil para el público.
El kit fue retirado este mismo miércoles
Amazon confirmó la retirada de los kits este pasado miércoles. Al parecer, se vendían con modelos de diferentes tonalidades de piel, y se anunciaban como "hechos con material suave, que es flexible, delicado y realista al tacto" (casi podríamos añadir que podrían venderse con otros fines más perversos).
Uno de los vendedores de dichos productos era el fabricante Life/Form, y curiosamente aún está a la venta en EE.UU., donde la intervención, como digo, aún se hace en muchos casos por motivos sociales más que religiosos (en muchas familias se hace porque el resto de varones fueron circuncidados al nacer, como tradición, o para evitar que el pequeño se sienta diferente al resto).
La circuncisión se realiza sobre todo en familias judías y musulmanes; en Cataluña, por ejemplo, donde hay bastante presencia de familias de origen magrebí, se realizaba por motivos religiosos en los hospitales públicos. Sin embargo, hace unos años se retiró esta práctica de la cartera de servicios porque se consideró que no era una práctica necesaria ni recomendable.
Según Lempert, ninguna asociación médica del mundo recomienda ya la circuncisión, mientras la Asociación Británica de Cirujanos Pediátricos advierte que la práctica de la circuncisión en bebés es muy poco frecuente porque no hay razón clínica, y que en caso de hacerse debería ser practicada por médicos expertos en cirugía infantil.
Riesgos de la circuncisión
Aunque en EE.UU. la Academia Americana de Pediatría sugiere que la circuncisión puede conllevar ciertos beneficios en el bebé, como un menor riesgo de infecciones de las vías urinarias, cáncer de pene y enfermedades por contacto sexual (aunque la evidencia no es concluyente), se considera que es una intervención dolorosa en muchos casos, y se han asociado también casos de lesión e incluso muertes.
En 2009 se contabilizaron en el hospital de Birmingham 105 visitas por lesiones relacionadas con la circuncisión, y en 2011 fueron 11 los niños ingresados en una UCI neonatal por complicaciones graves directamente relacionadas.
Así, consideran que la venta de estos kits pueden normalizar una práctica que debería dejar de realizarse, sobre todo en un país en el que, al no estar regulada, puede provocar lo que ya hemos mencionado más arriba: que personas sin la titulación necesaria, o sin la experiencia adecuada, lleven a cabo estas intervenciones poniendo en riesgo la vida de los menores.
Citando de nuevo a Lempert, y como conclusión al post:
Un número creciente de médicos y abogados cuestionan el corte genital forzado y reconocen la necesidad de proteger a los niños de esta práctica no ética. La libertad religiosa no es un derecho absoluto y ciertamente no justifica la amputación de partes sanas y funcionales del cuerpo de los bebés.
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