Ante el frío, algunos consejos para mejorar sus defensas

Tenemos temperaturas heladas en toda España, incluso en muchos sitios con nieve. No cabe duda de que ha llegado el frío.

Debido a que su sistema inmunológico es más débil que el de los adultos, los niños son especialmente vulnerables a las bajas temperaturas, lo que los hace más propensos a contraer las enfermedades más frecuentes en invierno como catarros, gripes, otitis, faringitis, bronquitis, bronquiolitis, o más graves como la neumonía.

Para prevenirlas, debemos tener en cuenta algunos consejos para mejorar sus defensas.

Abrigarlos adecuadamente (que no es igual que demasiado)

El abrigo es la primera barrera de defensa para evitar enfriamientos. Una lectora que vive en Suecia ha comentado una vez que "No hay mal tiempo, sino mala ropa". Es cierto. Es importante elegir la ropa adecuada para que estén bien abrigados, lo cual no es sinónimo de abrigarlos demasiado. Los padres tendemos mucho a hacerlo y luego acaban sudando, lo cual es más grave que ir abrigados lo normal y si se necesita abrigarles más.

Se recomienda abrigar a los niños con una capa más que lo que llevamos nosotros. Armando nos ha aconsejado en un completísimo post cómo abrigar correctamente a bebés y niños dependiendo de si va en portabebé, en cochecito o si ya camina, porque evidentemente el calor que genera su cuerpo será diferente.

Por supuesto, lo que no puede faltar es el sentido común. También dependerá del paseo que vayáis a dar, si vais a estar mucho tiempo al aire libre, si hay sol que calienta un poco, si hay viento o no... En fin, factores que también hay que tener en cuenta.

De todos modos, el kit invernal incluye gorro (mejor de algodón para que no pique) o verdugo que tape las orejas, guantes (para los pequeños mejor mitones, más fáciles de poner), y bufanda o cuello.

Lavarse las manos con frecuencia

El lavado de manos es un hábito esencial que ayuda a prevenir infecciones y enfermedades. Al estar en contacto con niños enfermos, tocar superficies u objetos infectados y luego meterse la mano en la boca pueden contagiarse rápidamente.

Por tanto, siempre que estén sucias, así como antes de comer, antes y después de ir al baño, luego de tocar animales, antes de tocar a un bebé deben lavarse las manos.

El lavado debe ser a consciencia, tiene que durar entre 40 y 60 segundos. Si el niño es muy pequeño, debes ayudarle.

Una buena alimentación y un buen descanso

El cansancio y el déficit de ciertos nutrientes pueden afectar la respuesta del organismo ante la entrada de un virus, por tanto es importante que el niño lleve una alimentación variada y duerma lo necesario.

Antes y durante la introducción de sólidos, la leche materna es la mejor defensa para el bebé. Esta demostrado que actúa como un escudo protector frente a la incidencia de otitis, enfermedades respiratorias y gastrointestinales.

Con la introducción de sólidos, y siempre según la edad a la cual se les deben ofrecer, aumentar las raciones de verduras y frutas en la dieta de los pequeños, especialmente de los cítricos ricos en vitaminas A y C.

Ofrecerles además proteínas suficientes, así como cereales (preferentemente integrales) y legumbres. No darles bebidas frías, en cambio darles caldos y bebidas calientes o agua y zumos naturales a temperatura ambiente.

Por supuesto, no saltar el desayuno, sino por el contrario, convertirlo en la comida más importante del día. Un desayuno completo que incluya fruta, cereales y lácteos le aporta energía para todo el día y contribuye a aumentar sus defensas.

Espero que estos consejos para mejorar las defensas de los niños ante el frío contribuyan a impedir (o al menos reducir) que este invierno los virus oportunistas ataquen a vuestros hijos.

Foto | markow76 en Flickr CC En Bebés y más | ¿Por qué con el frío hay más catarros y gripes?, Cómo mejorar las defensas del niño

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