El ibuprofeno es un fármaco muy utilizado en la población infantil. Al ser un medicamento para niños, comprarse sin receta y ser barato creemos que es inofensivo, y se los damos para todo: haya dolor o no, haya inflamación o no, porque le duele la barriga, porque tiene unas décimas, porque está caído, etc...
Es una realidad que demasiadas madres abusan del ibuprofeno, pero es importante saber que una cantidad excesiva de este medicamento que usamos con tanta frecuencia con nuestros hijos, como sucede con todos los medicamentos, puede producir efectos no deseados. Por eso, os explicamos cómo evitar el mal uso.
Uso del ibuprofeno: cómo y cuánto
El ibuprofeno es un medicamento con acción analgésica (para el dolor), antitérmica (para la fiebre) y, a diferencia del paracetamol, también de acción antiinflamatoria.
En España lo conocemos con el nombre de Dalsy, Junifen, Pirexin o Gelofeno en concentraciones de 2% y 4%. Hay que tener en cuenta que el ibuprofeno no puede darse a bebés recién nacidos, ya que no se recomienda su uso en niños con un peso inferior a 5 kilos y que su utilización en menores de 2 años debe realizarse siempre por prescripción médica.
Está indicado para reducir el dolor leve o moderado con un componente inflamatorio como otitis, dolor dental o reducir el dolor osteoarticular y la hinchazón a raíz de una lesión o fractura. También para estados febriles, aliviar el dolor de cabeza o la irritación de garganta.
No se recomienda dar cuando hay vómitos continuados o gastroenteritis.
¿Cuánto le doy?
El abuso del ibuprofeno y su riesgo en niños
En el prospecto hay unas recomendaciones de dosis y frecuencia de tomas que no se deben ignorar. La dosis diaria recomendada es de 20 a 30 mg por kg de peso, repartida en tres tomas. Se recomienda no sobrepasar la dosis máxima de 40 mg por kg de peso al día de ibuprofeno.
De no respetar las dosis y en tratamientos prolongados, alertan que puede resultar tóxico para el hígado, para el riñón, producir molestias gástricas, incluso sangrado gastrointestinal, diarrea y estreñimiento. En tratamientos de menos de 6 días rara vez provocan toxicidad renal o lesión gástrica.
El año pasado, el Ministerio de Sanidad alertó que el ibuprofeno, administrado en grandes cantidades puede conllevar un riesgo cardiovascular.
En el prospecto de Dalsy, podemos encontrar estas advertencias:
Los medicamentos como Dalsy se pueden asociar con un moderado aumento del riesgo de sufrir ataques cardiacos (“infartos de miocardio”) o cerebrales. Dicho riesgo es más probable que ocurra cuando se emplean dosis altas y tratamientos prolongados. No exceda la dosis ni la duración del tratamiento recomendado.
Si usted tiene problemas cardiacos, antecedentes de ataques cerebrales o piensa que podría tener riesgo para sufrir estas patologías (por ejemplo, tiene la tensión arterial alta, sufre diabetes, tiene aumentado el colesterol o es fumador) debe consultar este tratamiento con su médico o farmacéutico.
Existe un riesgo de daño renal en niños y adolescentes deshidratados.
El ibuprofeno y la fiebre en niños
La fiebre es un mecanismo de defensa del organismo, por tanto no siempre son necesarios los antitérmicos para bajar la fiebre y también hay remedios naturales para bajar la fiebre que podemos poner en práctica antes de dar un medicamento. La rapidez a la hora de administrar antitérmicos no es una buena medida, puesto que al reducir la temperatura corporal, el cuerpo pierde capacidad de lucha contra los agentes infecciosos.
Según el decálogo de la AEPap, solamente hay que usar medicamentos para la fiebre si hay malestar o dolor. El ibuprofeno y el paracetamol tienen la misma eficacia para tratar el dolor, y aunque a veces se recomienda alternarnos cuando la fiebre no baja, no hay evidencia científica de que sea más efectivo que utilizar siempre el mismo.
¿Cómo evitar el mal uso del ibuprofeno?
Calcular bien la dosis que administramos: La dosis se calcula dependiendo del peso del niño (ver cuadro). Aquí os explicamos en detalle cómo calcular la dosis de ibuprofeno que tiene que tomar el niño.
En caso de fiebre, como comentamos antes, buscar métodos alternativos para bajarla y administrar sólo en caso de dolor o malestar.
Darlo a los intervalos indicados: cada 6-8 horas, nunca inferior a 4 horas. No logramos un mayor efecto por darlo más seguido, en cambio podemos producir una intoxicación.
Al ser un jarabe en suspensión agitar el frasco antes de cargar la jeringa.
Controlar la concentración de ibuprofeno que contiene el medicamento. Hay concentraciones para niños al 2 y 4 %, si cambiamos de marca verificar siempre la dosis que debemos administrar para evitar confusiones.
Utilizar la dosis más pequeña que alivie/controle el dolor
Utilizarlo durante el menor tiempo posible y seguir siempre las instrucciones del prospecto.
Mantener fuera del alcance de los niños: a muchos niños les gusta y mejor evitar las tentaciones.
Fotos | iStockphoto y archibaldjude (Flickr CC)
En Bebés y más | El Dalsy sigue siendo seguro para los niños, según los pediatras