El asma es la enfermedad crónica más común de la infancia, afecta al 10-12% de los niños y su incidencia está aumentando. Se caracteriza por la aparición de episodios de dificultad respiratoria (crisis o ataques), generalmente asociados a otros síntomas como tos, pitidos al respirar y sensación de ahogo.
En la mitad de los casos esta patología aparece como respuesta a determinados estímulos que producen alergia: polen, ácaros del polvo, epitelios de animales, ciertos alimentos, etcétera.
Asma: la enfermedad crónica más frecuente en niños
Los niños con asma de etiología alérgica -que es la más frecuente en la población menor de 14 años- presentan con asiduidad otro tipo de manifestaciones alérgicas, como la dermatitis atópica o la alergia a los alimentos.
“La alergia a los alimentos en los niños se asocia a una mayor gravedad del asma. De hecho, los pacientes pediátricos asmáticos tienen un riesgo mucho mayor de padecer reacciones graves o anafilácticas que pueden poner en riesgo su vida, tras una exposición accidental a algún alimento al que es alérgico”, explica la doctora Paloma Ibáñez, alergóloga infantil y miembro del Comité de Asma de la SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica)
Los estudios realizados en España muestran que entre un 3 y un 7% de la población tiene asma. La localización geográfica influye también en la prevalencia o número de pacientes con la enfermedad.
Por lo general, las zonas de las costas y de las islas en España presentan mayor número de asmáticos en comparación con las zonas de interior. Concretamente, la comunidad española con más asmáticos es Canarias.
Relación entre asma y coronavirus
Los alergólogos quieren hacer un llamamiento a la tranquilidad y afirman que los pacientes asmáticos no tienen mayor riesgo de contagio que el resto de la población.
Aun así, cabe recordar que este tipo de pacientes, debido a su patología, tienen unas vías respiratorias mucho más susceptibles a cualquier tipo de infección, especialmente las víricas. “Si un paciente tiene una infección vírica y es asmático, va a tener una mayor inflamación que un paciente que no lo es. Esto va a favorecer una hipersensibilidad de los bronquios y la posibilidad de que se desencadenen en crisis de asma”, explica el doctor Ángel Moral, presidente del Comité de Aerobiología de la SEAIC.
Además, el asma mal controlada de base podría aumentar la susceptibilidad a una infección respiratoria vírica - incluyendo el coronavirus - y también una peor evolución de dicha infección respiratoria. Por este motivo es muy importante que los pacientes asmáticos sigan y realicen sus tratamientos de forma adecuada para evitar ser aún más susceptibles a infecciones, y por lo tanto, a tener complicaciones por el COVID-19.
¿Qué precauciones tomar?
En las circunstancias actuales, el paciente asmático debe seguir las medidas generales de prevención del contagio por coronavirus:
- Mantener el tratamiento de mantenimiento prescrito por el médico.
- Lavado frecuente de manos.
- Disminuir las relaciones interpersonales innecesarias.
- Evitar el contacto con personas que tengan síntomas de infección respiratoria (por leve que sea) .
- Usar mascarilla en caso de frecuentar zonas de mayor riesgo como centros sanitarios o urgencias.
- Evitar aerosoles: “Con el asma aconsejamos evitar aerosoles, ya que facilitan la dispersión de gotas, no descuidar las medidas de evitación alergénica y, por supuesto, realizar el tratamiento controlador del asma”, concluye el presidente del Comité de Asma de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el doctor Javier Domínguez.
- Si el niño presenta fiebre, tos y dificultad respiratoria llamar al teléfono de tu comunidad habilitado. Y en el caso de tener que acudir al servicio de urgencias, hacerlo con su propia cámara de inhalación.
Más información | SEAIC (Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica)
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