Es necesario promover los espacios libres de humo en todos los espacios públicos e incluso en los propios hogares. Todos los fumadores son conscientes de los peligros encerrados en el hábito de fumar, pero además, también deberían ser conscientes de los serios riesgos que corren los niños. Muchos padres fumadores respetan las reglas de los lugares públicos, en cambio, sus casas son templos del humo de tabaco y sus hijos indirectamente fuman incluso más que ellos. La Organización Mundial de la Salud indica que unos 700 millones de niños, o lo que es igual, la mitad de la población infantil mundial, respira aire contaminado con el humo del tabaco, especialmente en los hogares. Este dato es suficiente para abogar por un hogar limpio, donde los niños puedan respirar sin ningún riesgo para su salud. Los padres fumadores deberían ser lo suficientemente responsables para llevarse el vicio a un lugar donde no afecte a nadie, aunque lo ideal sería que dejaran de fumar.
Es incomprensible que a pesar de la gran cantidad de información ofrecida en todo el mundo y en todos los medios sobre las graves consecuencias del tabaco, se siga fumando, pero más incomprensible es que a muchos padres parece que no les importe como afecta a la salud de sus hijos.
El humo del tabaco puede originar distintas enfermedades, respiratorias, cardiovasculares, cáncer, etc., es necesario concienciar a toda la población, sus casas deben ser templos de salud para sus hijos. El humo del tabaco no es sólo una molestia, es un ataque contra la salud mundial.
Vía | El Mundo Más información | El Mundo (anexo) Más información | OMS