Los ojos son una de las partes más sensibles del cuerpo, y aunque cuentan con la protección de las pestañas, las cejas y los párpados, no están exentos de sufrir irritaciones o molestias por la entrada de cuerpos extraños o productos químicos habituales, como los cosméticos o productos de higiene.
Cuando el niño sufre este tipo de percance, la reacción más habitual e innata es la de llevarse las manos y frotar enérgicamente, empeorando con ello la irritación.
Hoy te contamos qué debes hacer (y qué no) si a tu hijo se le mete algo en el ojo o le cae de manera accidental algún producto.
Los cuerpos extraños oculares más habituales
Entre los cuerpos extraños que con más frecuencia se meten en los ojos destacan las pestañas, motas de polvo, polen, arena, restos de comida o fibras.
Con menos frecuencia, afortunadamente, estarían aquellos otros objetos que en un momento dado pueden clavarse en el ojo de manera accidental y ocasionar un mayor daño, como por ejemplo la uña, la rama de un arbusto cuando vamos de excursión a la montaña, un pedazo de cristal o astilla que salta al romperse algo, o cualquier otro objeto puntiagudo que los niños manipulen cuando juegan, como lápices de colores, palos, ciertos juguetes...
Los signos que indican la presencia de un cuerpo extraño en el ojo son:
- Irritación ocular o enrojecimiento
- Picor
- Dolor
- Lagrimeo
- Imposibilidad de abrir el párpado
- Sensación de tener algo dentro
- Sensibilidad a la luz
En aquellos casos más graves en los que se haya incrustado un objeto en el ojo, es posible que pueda verse claramente clavado o que asome entre los párpados. Esta situación es una emergencia que debe ser atendida de inmediato en un hospital.
¿Qué hacer si a mi hijo se le ha metido algo en el ojo?
Si hablamos de la entrada en el ojo de cuerpos extraños habituales, lo primero que debemos hacer es mantener la calma. Como es lógico, el niño estará molesto, nervioso por no poder abrir sus ojitos e intranquilo al no sabe qué le ha pasado. Por eso es importante que tratemos de calmarle para poder atenderle con facilidad y sin forcejeos.
Después nos lavaremos las manos con agua y jabón, pues manipular los ojos con las manos sucias puede acarrear infecciones.
Si tu hijo lleva lentillas es necesario que se las retires antes de proceder a examinar y limpiar el ojo. Además, mientras dure la irritación ocular no se recomienda que se las vuelva a poner.
Para examinar el ojo deberás hacerlo en un sitio muy iluminado y con paciencia. Primero a simple vista, ayudándote de los dedos para estirar suavemente los párpados. Pide al niño que mueva el ojo hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados, tratando de localizar el objeto.
Cuando localices el cuerpo extraño, si crees que puedes retirarlo tú mismo hazlo con suavidad empleando un disco de algodón, una gasa o la esquina de un pañuelo de tela limpio.
También es posible hacerlo irrigando el ojo con suero fisiológico o en su defecto agua tibia. Para que el lavado sea más eficaz pide al niño que eche la cabeza hacia atrás y ve echando el suero suavemente desde el lagrimal, para que resbale por el ojo hasta la parte externa.
Tras el lavado, lo más probable es que el objeto haya salido, aunque seguramente el niño continúe con la sensación de tener algo dentro. Si al cabo de un rato esa sensación no ha cesado, o las molestias que hemos comentado más arriba perduran o van a más, deberá valorarlo el médico.
Qué no debes hacer ante la presencia de un cuerpo extraño en el ojo
Pero al igual que podemos ayudar a que este percance tan común acabe en una simple molestia pasajera para el niño, si no actuamos correctamente podría suceder justamente lo contrario y empeorar el problema.
Esto sucede cuando el cuerpo extraño acaba arañando y dañando la córnea o causando infección en el ojo por una incorrecta manipulación o haber ejercicio presión sobre ellos.
Irritación por productos de higiene y aseo
Entre los productos químicos que todos tenemos en casa y que los niños suelen manipular para su higiene y aseo diario están lo jabones, champús, cremas o perfumes.
Aunque muchos de estos artículos infantiles están formulados para evitar que irriten los ojos si entran de manera accidental, lo cierto es que casi siempre acaban provocando un leve y molesto picor y escozor.
Si esto sucede pediremos al niño que no se frote los ojos, pues de lo contrario aumentará su irritación. Es necesario lavar abundantemente la zona con agua durante al menos 15 minutos. Si la limpieza la hacemos bajo el agua del grifo debemos regular la presión del chorro para que no salga con fuerza, ya que podríamos causar más daño.
En caso de que el contacto se haya producido en un solo ojo, pediremos al niño que cierre el sano y ladee la cabeza para que el chorro de agua caiga de la nariz hacia el ojo afectado, a fin de evitar que se produzca contaminación. Además, es necesario que el ojo esté abierto y parpadee continuamente para que la limpieza resulte más efectiva.
Por otro lado, la pandemia ha disparado los accidentes infantiles con gel hidroalcohólico. Si la salpicadura en el ojo se produce por este producto, procederemos de la misma manera, aunque en función de la gravedad de los síntomas o la cantidad de gel que haya entrado podría ser necesario consultar con el médico o llevar al niño al hospital.
En aquellos supuestos en que se trate de una irritación ocular por otro tipo de agentes químicos, como productos de limpieza, ácidos o alcalinos, es necesario ponernos de inmediato en contacto con el Instituto Nacional de Toxicología, el Servicio de Emergencias (112) o nuestro centro sanitario, para que nos indiquen cómo actuar, pues se trata de una emergencia que requiere atención inmediata.
Fotos | Portada (iStock); Foto 1 (Tetyana Kovyrina en Pexels); Foto 2 (Allan Mas en Pexels); Foto 3 (Pavel Danilyuk en Pexels)
Vía Mayo Clinic, Instituto Oftalmológico Fernández Vega , Medicine Plus, Mi pediatra online
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