La bronquiolitis es una infección de las vías respiratorias producida por el virus respiratorio sincitial (VRS), que afecta especialmente a niños menores de dos años y que en los casos más graves, provoca la hospitalización de los pequeños.
Por su parte, el asma es en la actualidad la enfermedad crónica más frecuente en niños, debido, entre otros factores, al aumento de la contaminación atmosférica. La mitad de los niños menores de 3 años ha experimentado al menos un episodio de sibilancias.
Según el estudio Virus diversity in asthma (McErlean, 2010) los investigadores han identificado todos los virus respiratorios involucrados en los ataques agudos de asma, dentro de los cuáles se encuentra el VRS, el cual está presente también en hasta un 50% de los casos de crisis asmáticas agudas.
Haber padecido una infección por VRS se asocia de forma significativa con un riesgo aumentado de padecer sibilancias recurrentes, no solo en los lactantes que desarrollaron bronquiolitis grave y necesitaron hospitalización, sino también en niños con bronquiolitis que no la requirieron.
Tipos de asma
Se han diferenciado tres tipos de asma: el asma transitoria, el asma persistente precoz (atópica o no atópica) y el asma tardía, que supone el 20-30% de los casos de asma. Por su parte, los niños asmáticos pueden catalogarse en distintos modelos o fenotipos: sibilantes transitorios (el asma remite entre los 4-6 años), sibilantes no atópicos (el asma remite entre los 9-11 años) y sibilantes atópicos.
De acuerdo con la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA), la edad de aparición, los antecedentes familiares de asma u otras enfermedades alérgicas, infecciones víricas respiratorias (bronquiolitis) que aparecen en el primer año de vida o la hiperrespuesta bronquial, permiten diagnosticar la evolución y predecir si el asma va a remitir en la niñez o, si por el contrario, tenderá a persistir.
Prevención del asma
No existe una vacuna contra la bronquiolitis, pero según un reciente ensayo clínico publicado en el New England Journal of Medicine, prevenir una primera infección grave con anticuerpos monoclonales puede prevenir a su vez el desarrollo de sibilancias recurrentes (asma). Estos demuestran reducir el porcentaje de sibilancias hasta en un 61% el primer año de vida, y algunas investigaciones también demuestran que en niños hasta los 3 y 5 años de vida.
Se trata de un tratamiento especialmente formulado, pero su administración no se recomienda de forma generalizada ya que no hay evidencia suficiente para recomendarlo como prevención. Se utiliza de forma individualizada en niños con alto riesgo, como menores de 12 meses con prematuridad extrema (23-32 semanas de gestación), con enfermedad pulmonar crónica (EPC) grave o sin EPC pero con múltiples factores de riesgo o niños con EPC grave o cardiopatía con repercusión hemodinámica.
La bronquiolitis no es fácilmente prevenible, pues se trata de un virus de alto contagio, pero sí hay medidas que podemos tomar los padres para evitar su transmisión (en la medida de lo posible) comenzando por el embarazo, ya que casi la mitad de los bebés ingresados por bronquiolitis han sido fumadores pasivos en el embarazo.
Vía | Alianza Aire
Foto | Thinkstock
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