La pasada semana, un grupo de pediatras y alergólogos españoles de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP) y de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), presentaron la primera Guía mundial científica sobre inmunoterapia oral a alimentos, para superar de forma precoz tanto la alergia a leche de vaca (APLV) como la alergia al huevo.
Los resultados de esta Guía, vienen a sumarse al éxito que está obteniendo el método aplicado en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza para curar la APLV en lactantes, y del que ya os hablamos hace unos días.
La exposición precoz, clave para curar las alergias alimentarias
En lo que a alergias alimentarias se refiere, la corriente médica tradicional que ha imperado en todo este tiempo era la de evitar que el niño alérgico entrara en contacto con el alimento que le causaba reacción, y esperar a que consiguiera la tolerancia espontánea al cabo del tiempo.
Esta medida nos ha llevado a muchas familias a evitar durante meses o incluso años -como es mi caso- el alimento alérgeno en cuestión. Pero cuando se trata de un alimento tan básico y presente en la dieta como la leche o el huevo, la angustia que genera el riesgo de un contacto inadvertido o accidental es enorme.
Según datos de la SEICAP y SEAIC, hasta el 85% de los niños con alergia a la leche de vaca alcanzan la tolerancia espontánea antes de los tres años de edad, mientras que la alergia al huevo es superada por el 65% de los niños antes de los 6 años.
Pasados estos años, si el niño no ha alcanzado la tolerancia de forma espontánea, ingresaría en un programa de inmunoterapia oral alimentaria, con dos cuestiones importantes a tener en cuenta:
Por un lado la edad del niño. En caso de APLV, el niño comenzaría estos programas en torno a los 3-4 años de edad y en caso de alergia al huevo lo haría en torno a los 6-7 años.
Esto supone muchos años de evitación del alimento o alimentos alérgenos, con los riesgos de exposición accidental que ello conlleva.
"A medida que el niño avanza en edad las posibilidades de alcanzar la tolerancia disminuyen hasta llegar a desaparecer. La persistencia de alergia alimentaria supone una alteración importante en la calidad de vida del paciente, especialmente durante el periodo de escolarización, con continuas limitaciones y riesgos en los comedores escolares, que produce un fuerte impacto emocional y social por las sensaciones de frustración, rechazo, inseguridad o incluso ansiedad del niño y las familias" - explica la doctora Elena Alonso, miembro del comité científico de la Guía.
Esta vez se habla de exponer al niño al alimento alérgeno de forma prematura, mediante la introducción pautada bajo supervisión médica y en dosis crecientes, del alimento alérgeno para conseguir la desensibilización.
El doctor Luis Echeverría, coordinador del Grupo de Trabajo de Alergias Alimentarias de SEICAP, no explica en detalle la repercusión que tiene para los niños alérgicos esta nueva forma de "curación" de las alergias alimentarias.
"Los estudios llevados a cabo por expertos han demostrado que cuanto antes se inicia la inmunoterapia oral a alimentos a los que el niño es alérgico, mejor pronóstico de curación tiene"
"Hablamos de un proceso largo que se inicia con dosis muy bajas que se van incrementando poco a poco y semanalmente en el hospital. La media de duración de este tratamiento de tolerancia está en torno a los 140 días" - nos comenta el doctor Echeverría.
Pero no todos los niños son aptos para realizar este tipo de procesos pues sólo están indicados en casos de alergia mediada por IgE.
"El pronóstico de curación espontánea de las alergias no mediadas por IgE suele ser muy bueno, salvo casos excepcionales. Además, se produce en un corto espacio de tiempo por lo que no tiene sentido aplicar la inmunoterapia oral en estos casos"
Curar la APLV y huevo, ¿y el resto de alergias alimentarias?
Entre un 4 y un 8% de la población infantil padece alergia alimentaria y los alimentos que la causan con más frecuencia son el huevo, la leche, los frutos secos, el pescado, el marisco, las legumbres y las frutas, por ese orden, según la SEICAP.
Las reacciones causadas por huevo y leche de vaca son las más frecuentes en los primeros años de vida y también las que originan más problemas por su presencia continuada en nuestros hábitos nutricionales.
De momento, se están desarrollando ensayos clínicos para superar la alergia al pescado pero el doctor Echevarría nos comenta que el éxito del tratamiento de inmunoterapia de oral está en la ingesta diaria de las cantidades crecientes que el paciente vaya tolerando.
"Tomar diariamente leche y huevo es muy sencillo, pero realizar este proceso con otro tipo de alimentos como las legumbres, el marisco o los frutos secos es más complicado. En el mundo anglosajón, por ejemplo, sí se está llevando a cabo este tratamiento con cacahuetes pero porque allí es algo que toman de manera habitual"
La Guía presentada está dirigida a los profesionales sanitarios, pediatras alergólogos y alergólogos, con el fín de ofrecerles las recomendaciones a seguir para aplicar este método con mayor eficacia y seguridad en su consulta en función del tipo de pacientes, su gravedad y expectativas.
- Fotos | iStock
- Vía | SEAIC, SEICAP
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