Estos días se está hablando mucho de la que podría ser una de las mayores y más revolucionarias noticias relacionadas con el virus del SIDA: un equipo médico de EE.UU. asegura haber curado del virus del SIDA a un bebé.
La noticia se produjo ayer en la 20ª Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas de Atlanta y dejó a todos los asistentes estupefactos. Según explicaron, el bebé, que es una niña, nació con el VIH transmitido por la madre y ahora, que tiene dos años y medio, lleva un año sin tomar medicación alguna y sin dar muestras de estar infectada por el virus del SIDA.
Cómo curaron a la niña
La niña, natural de Mississippi, nació con el virus y los médicos decidieron tratarla ya desde el principio, pero con dosis elevadas de medicamentos antirretrovirales. Es decir, contaba la niña con pocas horas cuando ya estaba recibiendo las primeras dosis.
Poco a poco fueron observando que a medida que pasaban los días los niveles de virus decrecían. Pasados tres meses el virus había desaparecido. Como los resultados eran bastante increíbles y como prevención la niña siguió tomando el mismo tratamiento durante 18 meses. Un año después de que dejara los medicamentos, como hemos mencionado, no queda rastro del virus.
El segundo caso de cura del SIDA
Aunque pueda creerse que esta niña es la primera persona que se cura del virus del SIDA la realidad es que es la segunda. En 2007 Timothy Ray Brown se curó del virus gracias a un tratamiento en el que le realizaron un trasplante en la médula ósea de células madre pertenecientes a un donante que tiene una rara mutación genética que le hace ser resistente a la infección por VIH.
¿Abre una puerta a la esperanza?
El caso, presentado por Deborah Persaud, de la universidad John Hopkins de Baltimore, ha generado mucha curiosidad, esperanza, pero también prudencia. Digo prudencia porque todo ha sucedido quizás más como casualidad que como caso extrapolable a otros bebés y niños. No se ha realizado como ensayo clínico, se trata de un solo caso y no se conocen cuáles son las consecuencias ni los efectos que pueden conllevar el resultado obtenido.
Dicho de otro modo, quizás la curación de esta niña sea la excepción, y no la regla, quizás si se llevara a cabo el mismo tratamiento con cientos de bebés se viera que sólo cura a un mínimo porcentaje, o quizás a muchos, o quizás a todos.
El caso es que cuando un bebé ha sido contagiado por el virus del SIDA (en el primer mundo apenas sucede) lo habitual es esperar un poco para valorar qué hacer, pues el sistema inmunitario del bebé es muy inmaduro y porque no existen preparados adecuados para los niños. Sin embargo, en esta ocasión, los médicos no quisieron esperar y adelantaron el tratamiento antirretroviral que se usa más habitualmente en los niños de países pobres.
Esta acción hace que se genere la duda (¿por qué corrieron tanto?), pese a que se sabe que en caso de existir una exposición conocida al virus el tratamiento inmediato puede evitar que el virus encuentre un lugar donde instalarse (son los tratamientos que se utilizan cuando un profesional sanitario tiene un accidente con contacto de fluidos, a saber, cortarse o pincharse con material ya utilizado con algún paciente con el virus). Sin embargo, según explicó Persaud, los análisis en la niña ya habían demostrado que el virus estaba asentado y replicándose, por lo que la cura no puede explicarse desde esta teoría.
Otra de las razones que podría hacer que se hablara de excepcionalidad es que la niña tuviera inmunidad genética, como el donante del primer caso de curación, pero no es así.
Tampoco pudo entender nadie (hablo de los asistentes) por qué la niña había dejado de tomar los medicamentos con 18 meses, pues una vez se inicia un tratamiento con antivirales no se suspende (cuando esto sucede el virus suele reactivarse rápidamente). Sin tener datos concretos, se sospecha que los padres no pudieron costearse más las medicinas de la niña, ya que proceden de una zona rural y, al ir a dar a luz, ni siquiera la madre sabía que tenía VIH (no se hizo controles durante el embarazo).
Al llegar a los dos años y medio y revelar que la niña no estaba tomando nada los profesionales del Hospital quisieron reanudar enseguida el tratamiento. Sin embargo, al ver que después de un año no había rastro del virus no lo vieron conveniente.
Y como última duda del caso, la niña ni siquiera presenta en la actualidad anticuerpos al VIH. En teoría, aún cuando el virus haya sido inmunizado, el rastro en el sistema inmune debería poder observarse.
Por todo ello, por tratarse de un caso aislado y por observarse varios datos relativamente extraños, no puede decirse que se haya avanzado en la lucha contra el virus del SIDA. Ahora bien, gracias a la niña, gracias a este caso, aparecen muchas preguntas y muchas dudas que sí pueden ayudar a buscar nuevos caminos de investigación para lograr, entonces sí, un tratamiento que pueda ser estudiado como un ensayo clínico y con el que lograr conclusiones útiles para la medicina y los afectados.
Vía | Telecinco, El País Foto | nateOne en Flickr En Bebés y más | La leche materna puede bloquear al VIH, En EEUU se plantean circuncidar a todos los recién nacidos para evitar el SIDA, Desarrollan un método que podría prevenir el contagio de VIH por la leche materna