Si ya se ha eliminado el bisfenol-A de los artículos para bebés, como mordedores o biberones, por los peligros que implica para su salud, cómo puede ser que se mantenga en otros artículos que están en contacto con los más pequeños, como los calcetines.
Es lo que me pregunto tras leer las conclusiones del estudio 'Concentraciones de bisfenol A y parabenos en calcetines para lactantes y niños pequeños en España y sus actividades hormonales', publicado en la revista científica 'Environmental International'.
Científicos de la Universidad de Granada (UGR), el ibs.GRANADA (Instituto de Investigación Biosanitaria), el Hospital Clínico San Cecilio de Granada y el CIBER de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) han determinado que nueve de cada diez calcetines para niños de cero a cuatro años contienen restos de bisfenol A y parabenos, dos disruptores endocrinos cuyas actividades hormonales están relacionadas con disfunciones que conducen a enfermedad tanto en el niño como en adultos.
Los calcetines baratos tienen más toxicidad
Mediante sofisticadas técnicas de química analítica y complejos tests biológicos los investigadores españoles han estudiado la actividad hormonal, la presencia del componente del plástico bisfenol-A y de los preservantes de la contaminación, conocidos como parabenos, de 32 pares de calcetines para niños de entre uno y 48 meses de edad.
Las prendas fueron adquiridas en tres comercios locales distintos, clasificados según el precio de sus artículos: tiendas de low cost, franquicias y de ropa de marcas exclusivas.
Según las conclusiones del trabajo español, el primero sobre el tema que se realiza en Europa, los textiles pueden ser fuente de exposición a contaminantes químicos, más o menos dependiendo del tipo de establecimiento que los comercializa.
Las concentraciones encontradas en los calcetines de la tienda de bajo precio alcanzaron un máximo de 3.736 ng de bisfenol-A por gramo de calcetín, lo que significa una media 25 veces superior a la encontrada en los de las tiendas de franquicias y de marcas exclusivas.
Los parabenos se encontraron en todos los calcetines estudiados, pero en concentraciones medias inferiores al bisfenol-A y con menos diferencias entre el tipo de establecimiento.
Múltiples problemas endocrinos
Dos de cada diez calcetines del comercio de bajo precio presentaron actividad hormonal estrogénica, y uno de cada tres del mismo establecimiento presentaron actividad antiandrogénica en los tests biológicos. Esto quiere decir que los extractos de esas prendas textiles se comportan como la hormona femenina y antagonizan a las hormonas masculinas.
Bisfenoles y parabenos son disruptores endocrinos y sus actividades hormonales están relacionadas con disfunciones que conducen a enfermedades asociadas tanto en el niño como en adulto: déficits de atención e hiperactividad, alteraciones genitourinarias, desarrollo sexual prematuro y obesidad infantil, infertilidad, diabetes...
"No te comas los calcetines"
Pero lo que más llama la atención a los investigadores es la posible exposición por vía digestiva de estos compuestos químicos contenidos en la ropa, ya que es habitual que los bebés chupen sus propios pies y sus calcetines.
Por esta razón, el grupo de investigación ha añadido un slogan a su campaña de sensibilización de la población frente a la exposición a disruptores endocrinos con una recomendación a los padres y madres: "¡No te comas los calcetines!".
El grupo de investigación de la UGR se propone informar a los padres y madres, formar a los sanitarios para que den recomendaciones oportunas, advertir a los productores sobre la calidad de sus productos y sensibilizar a la administración nacional y europea para que sea mucho más exigente en la regulación de los disruptores endocrinos en los textiles.
Vía | Universidad de Granada
Fotos | iStock
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