Hay que tener en cuenta que el organismo de un niño y el de un adulto no responden del mismo modo frente a un tratamiento, de ahí que se hayan producido en varias ocasiones efectos secundarios. Hace una semana, hablábamos en Bebés y más sobre los medicamentos para tratar la insuficiencia cardíaca y sobre la gran omisión de pruebas realizadas sobre ellos por los riesgos resultantes. Remontándonos un poco más en el tiempo, h principios de año dábamos a conocer una nueva ley que obligaba a las farmacéuticas a realizar las investigaciones pertinentes para poder desarrollar fármacos exclusivos para niños o al menos adaptar los que se suministran a los adultos a la comunidad infantil.
En los países industrializados se está aplicando la nueva normativa pero, ¿realizan los mismos ensayos en los medicamentos que se destinan a los países tercermundistas?, la pregunta se encuentra sujeta a que algunas enfermedades son selectivas y no se desarrollan en el mundo occidental, solamente en los países en vías de desarrollo. Muchos de los efectos secundarios que se pueden producir en estos países no son certificados y se desconocen, sólo algo menos de un 10% de las reacciones adversas a los fármacos se certifican.
Da la impresión que los niños del tercer mundo sean conejillos de indias que además, por la ignorancia, las condiciones de vida, etc., ni siquiera explican cómo se sienten o qué les pasa ante el tratamiento que se les suministra contra una enfermedad. Es necesario enfatizar más sobre los protocolos de seguridad y aumentar la investigación.
Un dato curioso, al parecer, incluso el formato de los medicamentos no es el adecuado, siendo en ocasiones demasiado voluminosos para que sean tragados vía oral, sin duda un cero a ciertas empresas farmacéuticas.
Vía | Who (Organización Mundial de la Salud) En bebés y más | Los medicamentos para niños siguen estando poco estudiados En bebés y más | Medicamentos específicos para niños