¿Qué es el síndrome de alienación parental y cómo afecta a los niños?
Salud infantil

¿Qué es el síndrome de alienación parental y cómo afecta a los niños?

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Esta mañana, Juana Rivas ha entregado a sus hijos a la Guardia Civil para acatar el auto judicial que la obligaba a devolverlos a su padre, Francisco Arcuri. Según indica El Mundo, el auto del Juzgado de Instrucción número 2 justifica esta medida -entre otras razones- para evitar la "alienación parental" de los niños, "dado el tiempo que permanecen bajo la potestad de la madre".

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es definido por la Asociación Nacional de Afectados por SAP como "una forma de maltrato psíquico a los menores hijos de un divorcio". Y es que en España, es muy frecuente escuchar este término en los juzgados ante casos de divorcios contenciosos. Pero, ¿qué es el SAP y cómo puede afectar a los niños?

¿Qué es el Síndrome de Alienación Parental?

Según la guía titulada "El Síndrome de Alineacion Parental" del Defensor del Menor, el SAP es "un trastorno caracterizado por un conjunto de síntomas que resultan del proceso por el cual un progenitor transforma la conciencia de sus hijos, mediante distintas estrategias, con objeto de impedir, obstaculizar o destruir sus vínculos con el otro progenitor hasta hacerla contradictoria con lo quedebería esperarse de su condición".

El SAP fue descrito por primera vez en la década de los ochenta por el médico psiquiatra estadounidense Richard Gadner, que lo definió como un trastorno emocional que se da, principalmente, en el ámbito de los procesos judiciales de separación y divorcio.

Tal y como explica la Asociación Nacional de Afectados por SAP, en estos procesos, los niños afectados sienten y expresan un rechazo injustificado hacia su padre o su madre como consecuencia directa de la manipulación sentimental promovida por su otro progenitor, hasta el punto de que, una vez instaurado, el niño hace suyos esos sentimientos, los intensifica y los amplía a todo el entorno familiar y social del progenitor rechazado.

Los niños afectados por SAP crecen en un entorno de rechazo y repulsa por parte de uno de sus progenitores (llamado "progenitor alienador") hacia el otro, y a menudo viven situaciones como:

  • Escuchan por parte del "progenitor alienador" comentarios negativos, insultos y adjetivos que ridiculizan y afectan la imagen del otro progenitor

  • Sufren actitudes por parte del "progenitor alienador" que les dificulta ver, comunicarse o relacionarse con el otro progenitor

  • El "progenitor alienador" no hace partícipe a la otra parte de la toma de decisiones importantes relativas a la educación o salud de los hijos en común, por lo que los niños crecen si la referencia de uno de sus progenitores.

Según explica José Manuel Aguilar Cuenca - psicólogo especializado en SAP- en la Guía del Defensor del Menor a la que hemos hecho referencia al inicio, este abuso emocional que llevan a cabo algunos padres, puede involucrar también al resto de la familia o a ciertos profesionales docentes o sanitarios, con el objetivo de que todos se sumen a la campaña de desprestigio contra el otro progenitor.

¿Cómo afecta a los niños? Consecuencias del SAP

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Los niños afectados tienden a manifestar una serie de comportamientos o sentimientos que pueden acompañarles durante toda su infancia e incluso empañar su vida adulta. Algunos de estos sentimientos son:

  • Ansiedad, miedo y estrés

El hecho de que el menor crezca en un entorno y con un progenitor que le habla continuamente mal de la otra parte, le acabará generando ansiedad, estrés y miedo que sin duda afectará a su desarrollo emocional.

Es frecuente que el niño se muestre nervioso cuando está en presencia del progenitor del que escucha tantos comentarios negativos, e incluso puede que sienta miedo hacia él si la otra parte le ha contado historias basadas en mentiras con el único fin de asustarle y ponerle en contra.

  • Sentirse subestimado en sus opiniones y sentimientos

Por otro lado, si el menor decide manifestar al "progenitor alienador" su opinión o sentimientos positivos con respecto al otro progenitor, puede que el primero le ridiculice o subestime por pensar así. De igual modo, el "progenitor alienador" le premiará conductas despectivas o de rechazo hacia la otra parte.

  • Odio hacia uno de los padres

La continua campaña de desprestigo llevada a cabo por el "progenitor alienador" acabará transformando la conciencia del niño, afectando a su salud mental y propiciando sentimientos de odio que obstaculizarán o destruirán los vinculos afectivos con el otro progenitor.

Esto hará que acabe tomando partido y posicionándose del lado del "progenitor alienador" (la parte más fuerte), rechazando la comunicación y el contacto tanto con la otra parte como con esa rama de la familia.

  • Sentimientos que perduran en la edad adulta

Tal y como describe José Manuel Aguilar en el artículo de opinión de El Mundo, "Me dijeron que eras malo", estos sentimientos negativos acompañarán al niño hasta su etapa adulta, llegando padecer ansiedad, tristeza o carácter compulsivo en su vida diaria.

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Por ello, los padres, madres, familiares y los propios menores que están o estuvieron afectados por la ausencia o falta de relación prolongada e injustificada de uno de sus progenitores, se han unido en la Asociación Nacional de Afectados por SAP, con el objetivo de reparar los daños psicológicos y/o legales que este hecho haya podido tener en sus vidas y que en líneas generales se traduce en:

  • Un continuo abuso emocional que les obliga a pensar, sentir y actuar según los caprichos y deseos de un adulto.

  • Se les niega el derecho a disponer del apoyo y afecto de uno de sus padres y de la otra mitad de su familia, colocándoles innecesariamente en una situación de orfandad injustificada.

¿Existe o no existe el SAP?

Hay una amplia controversia sobre si realmente existe o no el Síndrome de Alineación Parental como tal, aunque puedan darse los síntomas en los niños.

El SAP no está reconocido por las más prestigiosas organizaciones científicas, como la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) o la Organización Mundial de la Salud (OMS). No está incluido en ninguna edición del 'Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales' de la APA, ni tampoco en la 'Clasificación internacional de enfermedades' de la OMS, por lo tanto, al no considerarlo como entidad médica ni clínica, se pide que no sea utilizado en los juzgados si no está reconocido.

Sin embargo, son varios los psicólogos y juristas en España que lo defienden, así como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, e incluso el Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España emitió hace unos años un comunicado en el que lo validaban.

La polémica sobre su reconocimiento radica en que si se da por buena la existencia del síndrome, con solo probar los síntomas se da por hecho que el progenitor ha manipulado al niño, saltándonos un paso probatorio.

Cómo llevar un divorcio respetuoso

Cuando una pareja con hijos menores se divorcia, debe saber llevar el proceso de la forma más respetuosa posible por el bienestar de los niños, que seguirán necesitando a papá y a mamá por separado, de la misma forma que los necesitaban cuando estaban juntos.

Para llevar a cabo un divorcio respetuoso con los hijos, los expertos recomiendan:

  • No hablar mal a los hijos sobre su padre/madre: los problemas siempre deben quedar entre los adultos y no hay que meter a los niños en estos temas.

  • No desacreditar a la ex-pareja frente a los hijos.

  • Permitir a los hijos crear una relación con su padre/madre sin contaminarla con los prejuicios de la otra parte

Sin embargo, no siempre ocurre así y por desgracia cada vez es más frecuente presenciar divorcios en los que uno de los progenitores realiza continuos comentarios denigrantes, insultantes y negativos acerca del otro progenitor en presencia de los hijos, educando poco a poco a esos niños en el odio hacia la ex-pareja.

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Si alguno de los padres detectara síntomas que podrían indicar una manipulación por parte del otro progenitor, recomiendan:

  • Evitar que rompa el vínculo con los hijos, ya que mientras exista un vínculo con ellos habrá una puerta abierta al diálogo.

  • Buscar ayuda profesional para abordar el problema.

  • Denunciar la presencia de conductas y estrategias llevadas a cabo por la ex-pareja y que impidan o interfieran en la relación con los hijos en común.

En cualquier caso, lo más importante es evitar interferencias graves en el proceso de divorcio y, sobre todo, proteger al menor de un posible maltrato psicológico.

El SAP en la jurisprudencia española

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Es frecuente que en los juzgados de familia, los psicólogos se encuentren a menudo con divorcios contenciosos donde haya sospecha de una manipulación por parte de alguno de los padres. No en vano, el Consejo General de Colegios de Oficiales de Psicólogos cataloga este problema como "uno de los que más quejas plantea tanto a instituciones españolas como a la oficina del Defensor del Menor de la Comunidad Autónoma de Madrid".

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) pidió en 2013 que los magistrados dejaran de utilizar el SAP en las sentencias, y el Tribunal Supremo, por su parte, mostró "profundas dudas científicas sobre la existencia de ese síndrome y sus causas, consecuencias y soluciones".

Y es que es frecuente, según manifiesta la Asociación Nacional de Afectados por SAP, que en los procedimientos judiciales de divorcio concurran tanto denuncias por supuestos malos tratos y abusos sobre un menor, como las correspondientes alegaciones de inocencia del inculpado y advertencias sobre las manipulaciones de las que está siendo objeto el niño.

Llegar a un conocimiento cierto de lo que realmente está sucediendo no es tarea fácil, por lo que el Consejo General de Colegios de Oficiales de Psicólogos destaca la importancia que tiene el trabajo del perito a la hora de comprobar los hechos denunciados y fundamentar unas conclusiones que velen, siempre, por el bienestar del menor.

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