En la reunión, en la que participan 1.200 médicos de toda España e Iberoamérica, el jefe de Neonatología del Hospital Clínico de Granada, Eduardo Carbona, señaló que "Hace treinta años un bebé con 2.500 gramos era poco peso y ahora desde que nace está en su casa".
Puedo dar fe de sus palabras pues mi primera hija nació con ese peso a las 37 semanas y no necesitó permanecer en incubadora ni bajo observación. A los dos días de nacida nos fuimos con ella a casa.
El doctor ha comentado también que gracias a los avances en las unidades médicas de neonatología en su hospital se han dado de alta a bebés con 1,800 y 1,900 gramos de peso mientras que antes hasta que no alcanzaban los 2,500 o los 3,000 no se les daba de alta.
Claro que de mucho depende el tiempo de vida de los pequeños y el estado de salud general con el que hayan nacido, pero lo cierto es que hoy en día se cuenta con una mayor seguridad médica al tratarlos gracias a los últimos adelantos como la administración de corticoides prenatales que favorecen la evolución pulmonar del feto.
Lo cierto es que afortunadamente hay cada vez más avances en cuanto a los tratamientos que permiten salir adelante a los bebés prematuros y a los nacidos con bajo peso, que permiten que nos llevemos nuestros hijos a casa lo antes posible.
Sino, miren el caso de la pequeña nacida con apenas 300 gramos que ha evolucionado sin mayores complicaciones y hace pocos días fue dada de alta con 2,200 gramos.
Esperemos que de este Congreso en el que se tratan asuntos como el bajo peso extremo, la relación con los padres, la parte ética del recién nacido de bajo peso, la nutrición y técnicas de ventilación mecánica salgan útiles conclusiones.
Vía | Granada hoy En Bebés y más | Noticias sobre prematuros