Hace un par de años nos quedamos todos maravillados con la historia de Jonathan, un niño de ocho meses que nació sordo y al que le implantaron un implante coclear, logrando por fin oír.
Ahora os traemos la historia de Cooper, de dos años, al que también se le colocó un implante coclear, gracias al cual pudo escuchar la voz de su madre por primera vez.
Si os estáis preguntando qué es eso del implante coclear, sólo comentaros, a grandes rasgos, que es un transductor que transforma señales acústicas (del exterior) en señales eléctricas, que son las que estimulan el nervio auditivo. Parte del implante se coloca dentro del cráneo y parte fuera de él. Cuando el sonido se convierte en señal eléctrica, ésta estimula el nervio del niño y el cerebro distingue los sonidos que llegan desde el exterior.
Al principio Cooper no se da mucha cuenta de lo que está pasando. Le acaban de colocar algo en el oído y empieza a percibir sonidos, pero está extrañado hasta el punto de quitárselo todo. Cuando por fin lo tiene bien puesto, sucede, en el segundo 30 del vídeo, que la madre se dirige al niño con un "Hi, Cooper", al que el niño responde con muchísima emoción. Luego incluso se señala como queriéndole explicar que está oyendo.
Sin duda se trata de un momento muy emocionante, cargado de importancia, sobretodo para Cooper, que a partir del implante podrá hacer una vida mucho más rica en estímulos y con la posibilidad de aprender a comunicarse con todos los que le rodeen, que no es poco para un niño que nació sordo.
Vía | Cadena Ser En Bebés y más | Células madre contra la sordera infantil, Implante coclear: características, Implante coclear: ¿cuál es el tratamiento?