Cambiar pañales no solo es cosa de las mamás, los papás también cambian pañales. A estas alturas del partido, nadie duda de que la corresponsabilidad en los cuidados de los hijos es compartida y que no hay tareas que sean de uno o de otro. A pesar de ello, es difícil encontrar cambiadores para bebés en los baños públicos de hombres, o al menos no tan fácil como encontrarlos en los de mujeres.
Son muchos los padres que reclaman que esto sea igualitario, porque ellos también salen con sus hijos y tienen derecho a tener un sitio acondicionado y limpio para poder cambiar a sus bebés con comodidad. Por eso, han puesto en marcha una campaña bajo el hashtag #Squatforchange (en español, en cuclillas para el cambio) para que esto realmente cambie definitivamente.
El fundador del movimiento es Donte Palmer (@3boys_1goal), un padre de tres niños de Florida cuya foto cambiando a su bebé en un baño masculino en condiciones nefastas (la que vemos debajo), se volvió viral.
A raíz de esta imagen que circuló por todo el mundo, otros padres se sumaron a la campaña a nivel mundial para reclamar instalaciones en condiciones para bebés en los baños públicos masculinos, como podemos ver en otros ejemplos:
Un reclamo que no es nuevo
Uno de los promotores más famosos de este cambio es el actor Ashton Kutcher, quien en 2015 publicó en sus redes sociales que “NUNCA hay cambiadores de pañales en los baños públicos de hombres". Esto desató un movimiento para conseguirlo y se creó una recogida de firmas para hacerlo posible.
El movimiento cuenta con el apoyo de muchísimos padres del mundo realmente comprometidos para producir un cambio, un cambio que poco a poco está sucediendo. En la web oficial Squat for change se pueden ver las nuevas estaciones de cambio que se van instalando en los baños de hombres de restaurantes, cines, centros comerciales y demás sitios públicos.
En la ciudad de Nueva York se aprobó hace pocos meses un proyecto de ley que exige que todos los baños públicos de hombres tengan cambiadores para bebés, con el fin de garantizar a los padres las mismas condiciones de higiene y comodidad con las que cuentan las madres.
Esperemos que el movimiento se extienda y que pronto no sea extraño que tanto los baños públicos de mujeres como los de hombres cuenten con instalaciones higiénicas y accesibles para que mamás y papás por igual puedan cambiar a sus bebés en las mejores condiciones.