Cuando uno es padre primerizo tiene un serio y gran problema, y no es otro que ser "padre primerizo". ¿Qué esperabas? En la mayoría de los casos tu experiencia con niños se basa en la serie de películas de temática paternal que tú y tu pareja os habéis visto durante estos nueve meses, las dos docenas de libros de maternidad, pasquines, recortes, foros y blogs de padres que pululan por la memoria y entre los favoritos de vuestro portátil, a lo que le sumamos los interminables consejos de vuestras respectivas madres, padres, abuelas, tíos y demás familia que hayan sido padres antes que vosotros.
Te voy a confesar una cosa: Mientras todo vaya bien y los consejos que hayáis recibido, leído o visto funcionen con vuestro bebé os encontraréis en el paraíso de la maternidad. El problema es que el 95% de estos consejos, teorías y corolarios no van a funcionar con vuestro hijo, al menos eso va a ser lo que vais a creer y será entonces cuando lleguen los problemas, las dudas, los miedos y el "yo pensaba que esto era más fácil". Luego vendrán las risas y sarcasmos de vuestro entorno, pero eso prefiero que lo vayáis viendo por vosotros mismos. Nosotros os traemos una serie más de diez impresionantes trucos de padres y para padres que seguro os ayudarán, o en su defecto os mantendrán entretenidos un tiempo.
El truco del brick de zumo
Creo que el primer brick de zumo que mis hijos no se tiraron por encima haría el número noventa o cien. Ya no sé cuantas veces les repetíamos lo mismo y al final o terminaban regándose ellos o alguno de los presentes. Al final, si no me veían (porque como me vieran ya la teníamos liada), lo que hacía era vaciar un poco de zumo para liberar presión. Pero he de reconocer que el truco de las solapas que aparece en el vídeo nunca se me ocurrió.
El Spray Anti-monstruos
Sencillo y simple, para combatir esas primeras pesadillas y esos miedos a la oscuridad que mejor que una pequeña botella de spray que podemos rellenar simplemente de agua con la que podemos rociar a todos los monstruos que tengan la mala idea de pasarse por la habitación. Eso si, procurad que el bote sea pequeño o que no haya demasiado líquido sino queréis terminar con niño cazador de monstruos pero lleno de mocos y toses.
El cesto de la ropa como pequeño parque acuático
Como mis hijos siempre se llevaban, y se llevan, a la bañera la mitad de los juguetes que hay en casa, no había problema de que un juguete saliera fuera de su alcance, era mayor el problema de encontrar la esponja, e incluso al niño, entre tanto juguete.
El Hada de los Dientes o Ratoncito Pérez
Este truco, la verdad es que aquí no es que sea muy fácil de hacer que digamos, pero lo que si podemos hacer es dibujar un pequeño billete como si hubiera sido impreso por el propio ratón, o poner una huella de ratón en un billete (el problema es encontrar un roedor que se preste a ello).
Protectores de puertas y esquinas
Este truco lo hicimos en casa de mi suegra y la verdad es que nos salvó de algún que otro disgusto. Utilizar los famosos churros de piscina para "abrazar" las puertas de la casa y evitar que les pillen los dedos o bien cubrir los bordes de las mesas bajas de la casa.
Improvisar una hamaca con una sábana vieja
Bueno, con este he de decir que no se el nivel de seguridad que podemos tener, yo por si acaso no le quitaría ojo. Pero puede ser una buena idea cuando vamos a casa de amigos que no tienen sitio para que duerma el niño.
Fideos de chocolate o de azúcar de colores
No creo que haga falta deciros la pesadilla que puede resultar el tener un niño mal comedor o esas fases en las que nuestro hijo decide que él no se come lo del plato. Pues de vez en cuando podemos sacar el bote de fideos para tartas y espolvorear un poco de magia por encima del plato.
Escribir a mano: los inicios
Este truco no lo conocía y pienso probarlo con el pequeño a ver cuánto le ayuda con la postura del lápiz. En teoría yo creo que puede funcionar. Sujetar una servilleta entre los dedos meñique y anular creo que puede prepararles para un futuro artista de la pintura.
Juegos con las tareas domésticas
Aprovechad con este truco porque tiene fecha de caducidad y es que dudo que funcione con niños mayores de ocho o nueve años. Lo de jugar a barrer o a limpiar los platos es posible que sea recibido con gritos de júbilo por parte e vuestro hijo de dos o tres años, pero probablemente su hermano mayor le vea algunos puntos discordantes a la actividad. No obstante, el barrer todas las migas hacia un punto determinado puede ser divertido a la vez que les ayuda con su motricidad.
Y si todo lo demás falla... sacad las pompas de jabón
Creo que pocas cosas consiguen mantener a un niño entretenido como un pompero. Eso si, cuidado con los volcados.
Vía | youtube
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