"El aborto es un complicadísimo caso de conflicto de intereses". Entrevista a la bióloga Irene García Perulero (II)

Continuamos hoy con la entrevista que Bebés y más está realizando a la bióloga Irene García Perulero, destacada divulgadora en temas de salud sexual y reproductiva y en cuestiones en torno a la violencia contra la mujer. Estamos analizando con ella las implicaciones de la nueva Ley del aborto.

Si el concebido por violación o el embarazo que causa daño psicológico a la mujer se aceptan como causas válidas de aborto, ¿tienen entonces esos embriones menos derecho que los otros a vivir?

En mi opinión particular no hay ningún motivo moral ni por supuesto biológico para que los niños concebidos tras una violación tengan menos derecho a vivir que otros. En el caso de daño psicológico para la madre tendría que definir bien qué es el daño psicológico. ¿Qué te parecería un supuesto de “riesgo de exclusión social"?

El caso del aborto, como he dicho antes, es un caso complicadísimo de conflicto de intereses, entonces para hacer una ley justa se precisa coherencia y el debate ha de ser honesto.

¿Cómo honesto?

Me explico. Si consideras al bebé no nacido como un ser humano de pleno derecho entonces el aborto tiene que estar prohibido y no sólo eso, sino algo que levanta bastantes más ampollas y es que las mujeres que aborten estarán cometiendo un asesinato y deben ser castigadas por ello, algo bastante duro de asimilar, pero que ocurre en otros países. Aunque se apliquen atenuantes.

Y voy más allá, porque en estas cuestiones siempre se olvida que para hacer un bebé se necesitan dos. ¿Qué hacemos entonces con los hombres cuyas parejas abortan? Además, dado el caso de que se prohibiera el aborto ¿qué se hace con los 100.000 niños que anualmente nacerían sin que sus padres quieran hacerse cargo de ellos? ¿Existen suficientes parejas en nuestro país como para adoptar a tantos niños? ¿Puede el Estado gestionar algo así? ¿Cual sería el resultado?

¿Cual sería la solución menos mala a este conflicto de intereses?

Para llegar a la conclusión de que en este terrible conflicto de intereses lo menos “malo" es una ley de plazos no es necesario pensar que el no nacido no es un ser humano , sólo es necesario pensar que la mujer que decide abortar ha valorado convenientemente todas las opciones y es un ser humano de pleno derecho y con plenas capacidades (también afectivas) y que por tanto va a tomar la mejor opción posible dadas sus circunstancias. Confiar. Y sobre todo darle a la mujer las herramientas necesarias para poder decidir en libertad.

¿Es el aborto un derecho?

No sé si el aborto es un derecho, no es un derecho moral obvio para mí en mis circunstancias actuales, lo que sí tengo claro es que es un hecho. Se ha producido y se producirá siempre que existan embarazos no deseados. Es por tanto una cuestión de salud y eso es lo que el Estado ha de regular, que si una mujer tiene que abortar lo haga con el mínimo riesgo y la máxima garantía.

Una de las críticas es que esta ley impide que las mujeres tomen las decisiones por ellas mismas y las traslada a otros que, en cierto modo, la tutelarán y serán quienes las tomen por ella. ¿Lo ves asi?

Es una ley que si no impide que las mujeres tomen decisiones por ellas mismas sí que las dificulta. Resta libertad y por tanto es violenta.

El permitir abortos por malformaciones, ¿es una forma de eugenesia?

No. La eugenesia es una planificación sistemática que impide a un grupo de individuos reproducirse por motivos que decide otro grupo de individuos, generalmente con mayor poder. Creo que los abortos por malformaciones son en general actos de amor, al hijo no nacido, al resto de hijos, a la pareja y a todo el entorno y sí, también a una misma, no hay nada de malo en eso.

No veo ninguna diferencia entre una mujer que decide no tener a un hijo que sufrirá y una mujer que decide tenerlo, creo que ambas actúan movidas por el amor.

¿Qué legislación de las existentes en la Unión Europea sería la que adoptaría para nuestro país?

Es curioso que los países que tienen leyes sobre el aborto más “permisivas" son además los que suelen salir mejor parados en todos los estudios sobre derechos de las mujeres y en especial de las madres.

Los países nórdicos y Holanda en concreto, que tienen políticas de protección de la maternidad eficaces y no tan difíciles de copiar, por ejemplo con bajas maternales y también paternales muy largas acompañadas del fomento de la vuelta de las madres al mercado laboral, son los que además tienen leyes sobre la interrupción voluntaria del embarazo menos restrictivas.

Como resultado en estos países se obtienen mayores garantías en cuanto al parto, menos cesáreas e intervenciones innecesarias, mejores tasas de lactancia, tasas mucho menores de desigualdad laboral para las mujeres y curiosamente menores tasas de aborto.

La ley holandesa, que permite el aborto libre hasta la semana 22 es la menos restrictiva. Para mí, personalmente, la semana 22 tal vez sea demasiado, pero es sobre todo por motivos emocionales. La legislación española anterior era, en mi opinión, suficiente en cuanto al tema de la regulación del aborto, aunque su eficacia en temas como la educación sexual y afectiva se podría mejorar bastante.

¿Es coherente que abandonemos una ley de plazos con el resto del ordenamiento que asegura la protección de la mujer de la violencia y la imposición de los deseos de otros sobre ella?

El comentario más amable que se puede hacer de la ley que entrará ahora en vigor es precisamente que es incoherente.

No sólo es incoherente en sí misma – principalmente por el tema que comentábamos antes de las violaciones- sino con respecto a la situación socio-económica actual, aunque es bastante coherente con el sesgo ideológico que han ido tomando todas las políticas relacionadas con la mujer de los últimos años.

Un hecho que no mucha gente conoce es que hace dos o tres años en la Comunidad de Madrid se decidió cerrar los centros de planificación familiar durante los fines de semana. Esto unido al hecho de que la anticoncepción de urgencia,que por otro lado ha sido motivo de encendidos debates, ficticios, acerca de su capacidad abortiva – al menos la que es más efectiva y a más largo plazo - no puede conseguirse sin receta deja a muchas mujeres, principalmente jóvenes por motivos obvios, sin mucha capacidad de reacción si tienen una relación sexual de riesgo.

Con la educación sexual y afectiva fuera de los colegios, la reforma laboral que según todos los expertos perjudica sobre todo a las mujeres, la ley de dependencia en el limbo, las mujeres solteras y las lesbianas fuera de los tratamientos de reproducción asistida, la natalidad cayendo en picado principalmente por cuestiones económicas y de conciliación laboral, un 25% de niños viviendo ya en el umbral de la pobreza y toda la desigualdad con la que aún cargábamos a pesar de las medidas que se habían ido tomando, la tendencia es bastante clara y el resultado de la ley será una mayor violencia contra la mujer y contra sus hijos, también los ya nacidos.

Esto hace que el discurso del ministro sobre la violencia estructural que existe sobre las mujeres y en especial sobre las madres parezca como poco incoherente.

¿Que medidas de verdad ayudarían a que las mujeres decidan libremente sobre su maternidad y protejan además al embrión serían necesarias?

Yo no creo que vaya a ver un mundo en el que no se produzcan embarazos no deseados, no sólo porque siempre existirán los accidentes, sino porque hoy en día me parece utópico.

Vivimos en un sistema jerárquico uno de cuyos pilares es la intervención en todos los aspectos de la sexualidad, no sólo femenina. Una buena educación sexual pero también afectiva, olvidarse de tópicos como las medias naranjas o que el hombre necesita ir esparciendo su semilla por ahí, enseñar a las niñas y también a los niños que el sexo es divertido pero que conlleva una responsabilidad, implicar a los hombres en el cuidado de la salud sexual, dar acceso fácil a los métodos anticonceptivos y sobre todo educar en la responsabilidad hacia los demás y hacia uno mismo para empezar.

Estamos en un momento en el que la violencia de género aumenta escandalosamente entre las mujeres más jóvenes. Concienciación, ponerle nombre a cosas como negligencia o abuso sexual...Educación en igualdad.

Y por supuesto medidas de protección real de las madres: bajas maternales decentes, bajas paternales que permitieran las corresponsabilidad, medidas eficaces de conciliación laboral...Eso o un avance científico que permita extraer a los embriones sin dañarlos, aunque con esto se me ocurren un montón de distopías también.

Imagen Flickr. The 5th Ape

En Bebés y más | Llega la nueva ley del aborto: ¿qué cambios supone?, ¿Son las chicas de 16 años capaces de decidir sobre el aborto?, Cómo disminuir las tasas de aborto sin prohibirlo (Gallardón, lee esto)

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