La avisan porque su hija ha golpeado a un niño y los avergüenza al descubrir que todo lo empezó él

Una de las cosas que ningún padre (ni madre) quiere que le pase a su hijo es que lo acosen en el colegio. Y otra, que él no sean quien acose a otros niños, por lo doloroso de saber que en algo ha fallado su educación si tiene la necesidad de hacer daño a los demás.

Una mujer, enfermera de profesión, recibió una importante llamada del instituto pidiéndole que se personara cuanto antes, porque su hija había propinado dos puñetazos a un chico de su clase, provocándole una herida que lo hizo sangrar (y ya se sabe que la sangre es muy escandalosa). Al llegar, los dejó a todos avergonzados después de descubrir por qué su hija lo había hecho.

Una llamada al trabajo

La historia se compartió en enero en Not Always Learning y, curiosidades de internet, es ahora cuando está haciéndose viral, a medida que llega a más y más gente.

Todo empezó cuando estaba ella (la madre) trabajando, en la sala de emergencias de un hospital donde no tienen permitido tener el teléfono móvil consigo. Al no poder recibir la llamada, desde el instituto optaron por llamar directamente al hospital. Y ella lo cuenta así:

Teléfono: "Hola, soy el profesor de su hija. Ha habido un incidente con ella; necesitamos que venga".
Yo: "¿Está enferma o lesionada? ¿Puede esperar a que termine mi turno dentro de dos horas?".
Teléfono: "Ha golpeado a otro estudiante. Hemos estado intentando contactar con usted durante 45 minutos. Es bastante serio".

(Voy al instituto y me acompañan a la oficina del director. Veo a mi hija, su tutora, un profesor, el director, un niño con sangre alrededor de su nariz y la cara roja, y sus padres.)

Director: "Señora (mi nombre), qué amable por su parte que haya podido POR FIN unirse a nosotros".
Yo: "Sí, las cosas están complicadas en Emergencias. He estado la última hora poniendo 40 puntos a un niño de 7 años que ha sido golpeado por su madre con un cucharón de metal, y después he tenido que atender a la policía acerca del suceso. Lamento el inconveniente".

Al parecer, el niño logró desabrochar el sujetador de su hija

(Después de ver cómo intenta no parecer avergonzado, me cuenta lo que ha pasado. El niño ha desabrochado el sujetador de mi hija y ella le ha dado dos puñetazos en la cara. Tengo la impresión de que están más enfadados con mi hija que con el muchacho).

Yo: "Oh. ¿Y quieren saber si voy a presentar cargos contra él por acosar sexualmente a mi hija, y contra el instituto por permitirle hacerlo?"

(Todos se ponen nerviosos al oírme hablar de acoso sexual y empiezan a hablar a la vez.)

Profesor: "No creo que haya sido para tanto".
Tutora: "No le demos más importancia de la que tiene".
Director: "Creo que nos estamos yendo del tema".

(Entonces la madre del chico empieza a llorar. Me giro hacia mi hija para saber qué ha pasado.)

Mi hija: "Él no dejaba de tirar de mi sujetador. Le pedí que parara, pero no lo hizo, así que se lo dije al profesor. Me contestó que lo ignorara, pero él lo hizo otra vez hasta que consiguió desabrocharme el sujetador y le golpeé. Entonces paró".

(Me giro hacia el profesor)

Yo: “¿Usted le ha dejado hacer eso? ¿Por qué no lo ha detenido? Venga aquí y déjeme tocarle la parte de delante de sus pantalones".
Profesor: "¡¿Qué?! ¡No!".
Yo: ¿Le parece inapropiado? ¿Por qué no va y tira del sujetador de la tutora ahora mismo? Fíjese en lo divertido que le puede parecer a ella. O hágalo con el sujetador de la madre del chico. O con el mío. ¿Cree que por el hecho de ser niños es divertido?".
Director: “Señora (mi nombre). Con todos los respetos, eso no cambia el hecho de que su hija haya golpeado a otro niño".
Yo: “No. Ella se ha defendido ante una agresión sexual por parte de otro alumno. Mírelo; Es mucho más alto y pesa prácticamente el doble que mi hija. ¿Cuántas veces tenía que permitirle que le tocara? Si a la persona que se supone que tiene que ayudarla y protegerla en clase no le importa, ¿qué debía hacer? Él tiró de su sujetador tan fuerte que lo llegó a desabrochar".

(La madre del chico llora aún y el padre parece también enfadado y avergonzado. El profesor no me mira. Me dirijo al director).

Yo: “Me la llevo a casa. Creo que el muchacho ha aprendido una lección. Y espero que nunca vuelva a pasar nada igual, no solo a mi hija, sino a ninguna niña de este instituto. No le permitirían hacérselo a ninguna profesora, así que no puedo entender cuál es la razón por la cual se lo puede hacer a una niña de 15 años. Hablaré de esto a los miembros del consejo escolar. Y si tú -le dije al niño-, vuelves a tocar a mi hija otra vez haré que te arresten por acoso sexual. ¿Me has entendido?".

(Estaba tan enfadada que cogí las cosas de mi hija y nos fuimos. Lo hablé con el Consejo Escolar, donde conozco a varias personas con quienes coincido en la iglesia (es un colegio católico), y me aseguraron que tomarían fuertes medidas en este asunto. Además, lo hablé con el organismo superior escolar, que igualmente se horrorizaron y me aseguraron que contactarían con el colegio. Mi hija ha sido cambiada de clase, lejos del profesor y del muchacho).

Cuando es peor un puñetazo que el acoso escolar y el abuso sexual

¿Por qué sigue habiendo niños que acosan a otros? Pues en gran parte, porque se permite. Claro que hay profesionales y centros que actúan de manera diligente y clara. Pero también hay profesionales y centros que miran hacia otro lado y que, igual que los malos padres, que cuando dos niños se pelean dicen que son cosas de niños, son malos profesores y educadores que consideran que no es para tanto.

De todas las personas adultas que se juntaron en dicha reunión, solo la madre consideró imperdonable lo sucedido. A todos les parecía peor el dolor y la sangre del niño que el acto que lo motivó todo.

¿Los culpables? El niño, por supuesto, y el profesor. Ese que en vez de actuar sobre el acosador le dijo a la víctima que no le hiciera caso. Lamentable. Y más lamentable aún que el director y la tutora se pusieran de su lado.

Bravo por la madre, y bravo por explicarlo para que todos los padres y madres podamos leerlo y comprender qué cosas pasan en el interior de ciertos colegios e institutos.

Foto | iStock
En Bebés y más | La brillante idea de una profesora para detectar el acoso escolar ¡antes de que se produzca!, Cómo detectar si tu hijo sufre acoso escolar, Uno de cada cuatro casos de acoso escolar es ciberbullying: ¡padres, despertemos!

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 11 Comentarios