Ahora es común escuchar sobre la huella de carbono que tiene cada actividad que hacemos. Tener hijos no se escapa a estos estudios, según los cuales cada uno de ellos supone una emisión de 58,6 toneladas de CO2, datos que han hecho surgir corrientes como el antinatalismo, ya que las personas sienten temor ante los posibles escenarios en los que tengan que vivir sus hijos y de la contaminación que supone el tenerlos. Sin embargo puede que el camino sea otro: tener menos hijos no es necesariamente la salvación del planeta, pero sí lo puede ser (además de un cambio en el sistema económico mundial), el asumir nuestra responsabilidad individual ante el cambio climático comprometiéndonos a vivir de una más sostenible.
Utiliza pañales biodegradables
Hay estudios que afirman que los pañales de tela no son más ecológicos que los desechables (incluso se afirma que contaminan más), por el gasto que se hace de agua y energía al lavarlos y secarlos. Por ese motivo, los pañales biodegradables se presentan como la opción más respetuosa con el medio ambiente, ya que se descomponen en tiempo récord porque se utilizan únicamente materiales naturales en su fabricación. Aunque actualmente no hay muchas opciones, creo que poco a poco las marcas van a tender a desarrollar este tipo de productos.
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Limpia con agua y jabón en vez de usar toallitas
Las toallitas húmedas son una amenaza ambiental, porque contienen microplásticos, así que no son biodegradables y tardan cerca de 600 años en desaparecer si llegan al entorno natural. Por eso, y aunque existen otras opciones, lo más ecológico para limpiar el culito de nuestro bebé es con agua y jabón al hacer el cambio de pañal, o papel higiénico cuando ya van al aseo.
Ahorra agua
A pesar de que sueñe contradictorio con el punto anterior, el consumo de agua puede racionalizarse de una forma importante si gastamos de forma consciente: elige duchas en vez de baños, enseña a los niños a cerrar el grifo cuando se están enjabonando las manos o cepillándose los dientes, y lava solo cuando tengas la carga completa. Además de hacer más sostenible el mantenimiento de la familia, te supondrá un ahorro considerable en los gastos de mantenimiento.
En la medida de lo posible, elige la lactancia materna
La defensa de la lactancia materna no es una moda o un capricho, es una cuestión de salud pública. No es sólo el mejor alimento para el bebé, sino que sus beneficios trascienden lo nutricional para convertirse en un escudo contra infecciones, alergias y regulador del metabolismo. Además se afirma que prolongarla durante seis meses ayudaría a frenar el cambio climático y que supone un ahorro de más de 100 kg de CO2 por bebé.
Haz los potitos en casa
Además de los beneficios a nivel nutricional que ofrecen los purés hechos en casa, se pueden hacer tipo conserva y no hace falta congelar. Para su preparación, opta por verduras de temporada y compra botes de cristal reutilizables, de esta forma solo generarás residuos orgánicos.
Compra cereales a granel
Lo primero a tener en cuenta es que las papillas no son en absoluto imprescindibles ni la única manera de ofrecer cereales a los niños. Además, teniendo en cuenta que los cereales comerciales tienen un alto contenido en azúcares libres, podemos optar por comprar cereales a granel y prepararlos de otras formas (yo por ejemplo, siempre he comprado copos de avena para añadirlos a los purés de verdura y para hacer bizcocho casero).
Compra con más cabeza
Admito que yo me volví loca cuando tuve a mi primera hija, pero cuando llegaron los regalos de la familia y los amigos, me terminé agobiando con tantas cosas. Desde ese momento me propuse comprar con más cabeza (tanto ropa como juguetes), porque al final los niños no necesitan tanta ropa ni tantas cosas. Además ahora es posible encontrar cosas muy útiles como ropa extensible, o cunas que crecen con el bebé.
Reutilizar la ropa y dona
Afortunadamente es una costumbre que está muy instaurada en la sociedad. Simplemente basta con saber guardar la ropa para que se conserve bien, y en caso de que no la queramos, depositarla en el contenedor adecuado o darle otro tipo de uso.
Elige juguetes de madera antes que de plástico
La desmesurada producción de plástico es uno de los problemas más graves que tenemos actualmente, así que todo cuenta. Por eso los juguetes de madera son una excelente opción para los niños (especialmente en la primera infancia), ya que además de los muchos beneficios que brindan, son más respetuosos con el medio ambiente.
Para trayectos cortos, id andando o en bici
Una sociedad sana debe priorizar este tipo de automoción para hacer sus ciudades más sostenibles y sus habitantes más saludables. Creo que es muy sano enseñar a los niños a no depender del coche "para todo" (siempre que las condiciones lo permitan, por supuesto), y de hecho los expertos afirman que los niños que van en bici son niños más felices, así que son todo ventajas.
Recicla (y enseña a los niños a hacerlo)
El reciclaje se ha convertido en una de las acciones más efectivas para reducir la cantidad de deshechos que terminan en la naturaleza. Por eso es vital enseñar a los niños a hacerlo, ya que así damos un primer paso para que las generaciones venideras sean más conscientes de la importancia del respeto y la conservación del medio ambiente.
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