Hace unos años se descubrió algo bastante increíble: los bebés nacen conociendo el olor de sus madres gracias al líquido amniótico. Nacen con un olfato muy desarrollado precisamente para asegurarse el alimento, y por eso se recomienda siempre a las mujeres que no se pongan perfumes ni colonias en el pecho o el cuello, para no enmascarar su olor corporal.
Para muestra un botón. Este vídeo se está haciendo viral porque demuestra lo que acabo de explicar, que los bebés conocen a su madre por su olor y, al percibirlo, piensan y sienten que mamá está ahí. Es el vídeo de un papá que consigue calmar a su bebé al darle una camiseta usada de mamá.
El bebé se quedó solo con papá
Según leemos en DailyMail, tenía tres meses cuando el padre se quedó solo al cuidado de su hijo. En un momento dado, el bebé se empezó a inquietar, a llorar, buscando a mamá, y el hombre empezó a hacer lo posible por calmarlo.
No sabemos cuánto rato pasó, desconocemos si lo cogió en brazos o no, si lo paseó, si le cantó alguna canción, si lo meció, si le cambió el pañal, si... vamos: desconocemos si hizo lo que se supone que un padre tiene que hacer cuando su hijo llora, así que no sabemos si fue el primero o el último recurso.
El caso es que un amigo llegó a sugerirle que cogiera una camiseta usada de su mujer y se la pusiera en la cara, y el primer sorprendido fue él, al ver que funcionaba.
¿De verdad es tal su olfato?
Así es. Vienen preparados con un instinto de supervivencia tal, que se aferran al olor de su madre como si les fuera la vida (bien, de hecho, prácticamente les va la vida, sobre todo si viven en países poco seguros o con pocos recursos). Para que veáis unas muestras de sus capacidades os dejo algunos ejemplos:
- Si una mujer se lava uno de los dos pechos, el bebé preferirá mamar del otro, el que mantiene el olor corporal.
- Si a un bebé se le coloca a un lado un objeto con el olor de su madre y al otro un objeto con el olor de otra mujer el bebé gira la cabeza hacia aquel que preserva el olor de su madre.
- Cuando un bebé amamantado tiene hambre de noche es capaz, aunque no tenga luz, de dirigirse al pecho y empezar a mamar guiado por su olfato.
Así que ya sabemos por qué se calmó este pequeñín. La duda es si le duró mucho la calma, puesto que en algún momento se daría cuenta de que ahí no estaba mamá. Igual la situación ideal es que, en ausencia de la madre, el padre se ponga una camiseta de ella para que, además del olor, tenga unos brazos que lo cogen y cuidan.
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