Nuestras vidas solían ser normales: los adultos trabajábamos mientras los niños asistían a la escuela. Las familias salíamos a los parques, íbamos al mercado, viajábamos los fines de semana, visitábamos a los abuelos, nos reuníamos con amigos y repartíamos nuestros días a nuestra conveniencia.
Y entonces apareció un virus, tan fuerte y contagioso, que nos obligó a cambiar por completo nuestras vidas, forzándonos a permanecer en una cuarentena que no sabemos con certeza cuándo terminará. Las escuelas cerraron y los adultos que salían a trabajar, fueron enviados a hacerlo desde casa.
Ahora, aislados para prevenir el contagio de esta pandemia llamada coronavirus, nos encontramos encerrados en nuestras casas, mientras intentamos equilibrarlo todo: la educación a distancia de los niños, el teletrabajo, el mantenimiento y las tareas de casa, las medidas de higiene recomendadas y todo lo demás que debemos hacer para reducir las probabilidades de contagio.
Sobra decir, que bajo estas condiciones, el estrés y la ansiedad se han hecho presentes. Y no lo digo solamente por la tensión e incertidumbre que se vive en todo el mundo con los titulares que diariamente leemos al despertar, sino también, con todo lo que se debe hacer en casa, particularmente en el caso de quienes tenemos hijos.
Por eso, y porque he visto diversos testimonios de padres y madres que tras varios días comienzan a sentirse desbordados, hoy quiero hacer una pausa entre tanta noticia y consejos sobre la cuarentena, para decirles a aquellos que sienten que no pueden con todo en esta cuarentena, que lo están haciendo bien.
No es momento para tratar de hacerlo todo
Quizás mi opinión no sea la más certera, pero voy a ser clara y decir de forma directa lo que pienso desde el inicio: la cuarentena no es un momento para tratar de hacer todas las cosas a la perfección. Incluso, ni siquiera considero que debamos tratar de cumplir con todas.
Estamos viviendo un momento que es sumamente difícil para todos, y a nosotros como padres, nos toca además una tarea muy especial: estar bien para nuestros hijos. Pero si estamos presionados por cumplir con todo, llenos de actividades, estresados por las noticias, y en general, sobrepasados por la situación, no podremos lograrlo.
Es cierto, los niños necesitan continuar con los deberes de la escuela (que en muchos casos son demasiados) y nosotros debemos hacer lo posible por trabajar desde casa. Pero esperar que hagamos todo eso y mucho más, encima sin poder salir de casa, puede volver loco a cualquiera.
Sé que hay quienes sienten que no están haciendo bien las cosas, que en estos momentos piensan que no tienen la capacidad de cumplir con lo esperado y que simplemente, sienten que no pueden con todo. Y por ellos, por nuestros hijos, por ti, por mí, por todos, quiero decirles y recordarles que lo están haciendo bien.
Porque cuidamos de nuestros hijos hijos y velamos por ellos en un momento crítico para la humanidad. Porque día con día nos despertamos y tratamos de seguir nuestra vida con la mayor normalidad que la situación nos permite. Porque no nos rendimos. Porque luchamos. Porque no perdemos la esperanza.
No pasa nada si un día los chicos no hacen los deberes. No pasa nada si un día la casa queda desordenada. No pasa nada si pasan los días en pijama o si no tienen humor de hacer nada. Liberémonos de culpas innecesarias y de presiones que solo nos harán sentirnos mal emocionalmente.
Así que por favor, si sientes que no puedes con todo, recuerda que también tu salud emocional importa, y no olvides esto: lo estás haciendo lo mejor que puedes con las herramientas y la capacidad que tienes. Y eso significa, que lo estás haciendo bien.
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